Diez Habilidades Blandas Para Vivir En Sociedad

 

Probablemente hayan oído acerca de teoría de las ‘habilidades duras’ y las ‘habilidades blandas’.

Las habilidades duras son aquellas abilidades específicas que aprendemos a través de entrenamiento, estudio, y experiencia laboral. Son cuantificables, medibles, e indispensables para ejecutar tareas específicas. Algunos ejemplos de habilidades duras son el conocimiento de idiomas extranjeros, la habilidad numérica, o un diploma en cualquier área.

Las habilidades blandas, por otra parte, son atributos personales o actitudes aprendidas en la ‘escuela de la vida’. Son intransferibles y no pueden medirse, y sin embargo son vitales en el sostén y apoyo de cualquier grupo humano.

A diferencia del microcosmos de nuestro lugar de trabajo, la sociedad requiere de un grupo diferente de habilidades blandas, de forma de cubrir los diferentes aspectos de nuestra existencia.

Algunas culturas, tales como la Japonesa, la Butanesa, o la Nigeriana, poseen atributos blandos que forman parte de su idiosincrasia. Sin embargo, bien por herencia o através del aprendizaje, todas las sociedades pueden beneficiarse de la aplicación de las habilidades blandas entre sus miembros.

Aquí les presentamos diez habilidades blandas indispensables para vivir en sociedad - actitudes y habilidades sin las cuales la coexistencia armoniosa en cualquier grupo o comunidad no sería posible.


1- Consideración


Confucio dijo que “la consideración es la base de una buena vida, de una buena sociedad”. Una de las reglas cardinales del cristianismo es “Haz a los demás lo que quisieras que hicieran contigo”, un consejo que también se refleja en el antigüo proverbio latino “la consideración es el padre de la sabiduría”. 

La consideración es la piedra angular de la vida en sociedad: vivimos con otros, no sólo entre otros. Como tal, un grado de sensibilidad colectiva siempre debe estar presente en nuestras mentes y guiar nuestras acciones.

Lo opuesto a la consideración es el egoísmo, el cual con frecuencia se manifiesta en el abuso hacia los demás. Las sociedades que carecen de consideración entre sus miembros con frecuencia son nihilistas, y son presa de severos cánceres sociales tales como el individualismo extremo, la anarquía, la brutalidad, etc.

¿Cómo expresar consideración? Usando cortesía y buenos modales, pensando en la necesidad de los demás, tratando a todos como nos gustaría ser tratados, etc. 

La consideración es una calle de dos vías: sólo quienes la dan tienen el derecho de exigirla.

2- Empatía


Similar a la consideración, la empatía juega un rol fundamental en las relaciones humanas. 

El ponernos en los zapatos de los demás es un ejercicio de imaginación que nos ayuda comprender a los demás, especialmente en situaciones que requieren de una conexión emocional, tal como la resolución de conflictos, respuesta a emergencias o quejas, etc.

Tener un sentido de empatía bien desarrollado nos permite trabajar bien con los demás, establecer relaciones sociales sólidas, e incluso anticipar potenciales problemas.

La empatía es tan indispensable en nuestra exitosa interacción con los demás, que estamos naturalmente programados para ser empatéticos, al copiar subconscientemente el lenguaje corporal de la otra persona cuando queremos establecer una conexión.

La empatía no sólo nos permite acercarnos a otros y comprender sus sentimientos, sino que también expande nuestra conciencia social y emocional, haciéndonos seres humanos más ricos y completos. 

3- Habilidades de Negociación


En el trabajo, esta habilidad se refiere a lograr el resultado más ventajoso de un trato o una transacción. 

Sin embargo, en el contexto social, la habilidad de negociar se refiere a la capacidad de un grupo o individuo de lograr un acuerdo común, con frecuencia poniendo el beneficio del grupo por sobre la ganacia personal.

Los negociadores habilidosos saben que llegar a un acuerdo satisfactorio requiere paciencia, perseverancia, y altas habilidades interpersonales (también llamadas inteligencia emocional), para persuadir y aceptar condiciones al tiempo que se retiene la base de lo que se desea obtener.

“Todo es negociable”, dijo Herb Cohen, y la vida con frecuencia requiere de mucha negociación para obtener lo que se desea, sin causar costosos desacuerdos y romper el balance del grupo o comunidad.

4- Habilidad de Conceder

Saber perder es tan importante como saber ganar.

Esta es tal vez una de las habilidades blandas más incomprendidas, y sin embargo es vital para la armonía de cualquier grupo.

A nadie le gusta perder, pero no siempre podemos ganar, y a veces la derrota es casi insoportablemente amarga. Sin embargo, insistir en nuestras demandas puede hacernos ver como problemáticos, y también puede agravar una situación ya de por sí difícil.
 
Quien reconoce sus propios errores y sabe cómo aceptar la derrota de forma gallarda, usualmente se gana la estima de quienes le rodean. Usando una hábil combinación de humildad e inteligencia interpersonal, las personas con la habilidad de conceder actúan como el aceite que destraba incluso los nudos más apretados.

La habilidad de conceder no debe ser confundida con cobardía. En cambio, es un signo de cordura y alta inteligencia social. Tal como la habilidad de negociación, esta habilidad requiere la supresión del ego en favor de una causa, y en no pocos casos requiere de un cierto grado de honor y rectitud moral.

La habilidad de conceder es una habilidad pacificadora, capaz de desactivar conflictos, construir puentes de comprensión entre las partes, y lograr acuerdos incluso en los malentendidos más amargos.

Es una habilidad rara, una muy requerida hoy en día, y una que deberíamos fomentar más.

5- Responsabilidad


Un sello de madurez, la responsabilidad es, sin embargo, una habilidad necesaria a cualquier edad. 

Honrar nuestras promesas y compromisos, cumplir nuestros deberes, y aceptar las consecuencias de nuestros actos y decisiones son sólo algunas de las formas en las que la responsabilidad se manifiesta en nuestra vida diaria.
 
La responsabilidad en los miembros de la sociedad provee consistencia y certeza a la comunidad entera, de forma que pueda progresar y prosperar.

Si creen que la responsabilidad no es tan importante, imagínen un restaurante en el que el menú cambia según el ánimo del chef, donde los precios cambian sin aviso, donde los empleados trabajan sólo cuando quieren, y donde el horario de apertura cambia según el estado del tiempo. 

El mismo ejemplo aplica a cada grupo o comunidad, en la que cada miembro tiene un rol que jugar.

Además, la responsabilidad genera confianza. Como regla general, quienes son irresponsables tampoco son de confiar, y una sociedad en la cual sus miembros no confían entre sí termina inevitablemente en caos y fragmentación. 

6- Habilidades de Comunicación


Por lo general relacionamos comunicar con hablar, pero la comunicación es una habilidad mucho más compleja, y la usamos instintivamente en una variedad de formas - desde los emojis que enviamos a nuestros amigos hasta la presentación que hacemos en el trabajo. Incluso algunos silencios son más elocuentes que las palabras.

Por otra parte, comunicar no es solamente ‘responder’ - incluso la forma en que nos vestimos y los gestos que hacemos cuando hablamos comunican mensajes a aquellos a nuestro alrededor. 

Saber escuchar también es parte de una comunicación efectiva, tan importante como el mensaje mismo. Un comunicador que no escucha termina convirtiéndose en un hablador solitario, y su mensaje nunca llega a su audiencia. 

Cuando los miembros de un grupo o comunidad no se comunican bien, los conflictos y malentendidos son comunes. Por ello, tener buenas habilidades comunicacionales es esencial para garantizar la armonía de una comunidad. 

¿Cómo comunicar efectivamente? Sigue los principios básicos: elije tus palabras cuidadosamente, escucha de manera atenta y activa, y responde apropiadamente en términos que tu audiencia pueda comprender.

7- Respeto


El respeto es uno de los principales pilares de la vida civilizada. Respeto hacia los demás, pero también respeto hacia uno mismo.

Mucho se ha hablado acerca del respeto, pero con frecuencia olvidamos que cuando le faltamos el respeto a los demás, también nos estamos faltando el respeto a nosotros mismos.

En años recientes, la anarquía ha ganado terreno en muchas sociedades, hasta el punto de ser considerada una actitud deseable. Pero ésta percepción y las acciones que esta propician sólo destruye la tela social y degrada las bases de nuestro propio bienestar.

El respeto, por supuesto, debe ganarse. Mucha gente exige respeto pero no respeta a los demás. Una buena regla es el lema “Respeta para que te respeten” - no podemos respetar a quien no nos respeta, y aquellos que no respetan no pueden esperar ser respetados.


8- Cooperación


Puede que todos hayamos escuchado que necesitamos líderes. Un ‘liderazgo fuerte’ es nombrado con frecuencia entre las diez principales habilidades blandas en el mundo laboral. Escuelas, universidades, e incluso oficinas parecen estar en una carrera contínua para encontrar líderes, enseñando habilidades de liderazgo desde edad temprana, fomentando las habilidades de mando. 

Sin embargo, tal vez hemos estado haciendo demasiado énfasis en el liderazgo y hemos olvidado el panorama general. Pues, aunque un liderago capaz es imporante para alcanzar logros y mantener la estabilidad del grupo, los líderes no son nada sin un grupo igualmente competente con el cual trabajar.
 
No todos pueden ser líderes, pero todos en algún punto tienen que arremangarse las mangas y trabajar como parte del grupo. Así pues, es esencial saber jugar bien con otros, dejando atrás nuestro ego, y trabajar mano a mano hacia la consecución de una meta común para el beneficio del grupo o la comunidad. 

Todas las más grandes y empresas y logros alcanzados en la historia de la humanidad han sido el fruto de la cooperación, y ninguna sociedad puede mantenerse en armonía sin el esfuerzo conjunto de todos sus miembros.

9- Gentileza


“La gentileza es el idioma que los sordos pueden escuchar y los ciegos pueden ver”, dijo Mark Twain, ilustrando la idea que la gentileza debe ser entregada a todos. 

La cortesía y los buenos modales son dos formas de expresar gentileza, consideración y respeto, y son esenciales para una coexistencia armoniosa en cualquier sociedad civilizada, particularmente ahora que las ciudades se vuelven más atiborradas, y las oportunidades de confrontación se multiplican con la prevalencia de las mentiras falsas, las redes sociales, etc.

La cohesión de las sociedades sin gentileza es más frágil, con frecuencia son percibidas como hostiles e inseguras, y corren el riesgo de ser despiadadas incluso con sus propios miembros. Además, los miembros de estas sociedades por lo general tienen una alta prevalencia de enfermedades mentales, tasas de suicidio más altas, y sufren problemas de salud severos.
Italia ha lanzado una interesante iniciativa, el ‘Proyecto Gentileza’. En el 2020, la asociación cultural Cor et Amor lanzó la iniciativa Construiamo Gentilezza (Construyamos Gentileza) como una forma de fomentar actitudes y acciones gentiles dentro de las comunidades. 

Según la asociación, la práctica regular de la gentileza se torna en un hábito, y si cada individuo actúa con gentileza, las comunidades serán más amables y la gente será más feliz.
 
La iniciativa cuenta con el esfuerzo benevolente de organizaciones públicas y privadas, así como de individuos, y es un ejemplo digno de ser copiado en todo el mundo.

10- Tolerancia

¿Cuánta tolerancia es demasiada?

“La tolerancia es la única prueba real de civilización”, dijo una vez el escritor británico Sir Arthur Helps. Sin embargo, la tolerancia es un arma de doble filo, como lo advirtió Fyodor Dostoyevski cuando escribió que, “La tolerancia alcanzará tal nivel, que a la gente inteligente se le prohibirá pensar para no ofender a los imbéciles.”

En años recientes hemos visto un fuerte énfasis en ser abiertos de mente, liberales, e indulgentes con actitudes y comportamientos que eran, hasta hace poco, desaprobados. Pero mientras la tolerancia es fundamental para una vida armoniosa y bien balanceada en cualquier sociedad, tanto un exceso de tolerancia como una falta de ella generan problemas.

Entonces, ¿cuánta tolerancia es ‘demasiado’?

Una buena regla a seguir es el antigüo adagio ‘tu derecho termina donde comienza el mío’. Cuando se trata de tolerancia, el sentido común debe ser nuestra brújula. Las actitudes, ideas y acciones que dañan la cohesión social, o que van en contra de la estabilidad y bienestar de sus miembros, justificadamente no deben ser toleradas.

Tal como lo dijo una vez el ex-miembro del parlamento europeo, pensador y ambientalista, Sir James Goldsmith, “La tolerancia es una gran virtud, pero los vecinos inmediatos de la tolerancia son la apatía y la debilidad.”

Que nuestro uso de la tolerancia no se convierta en el catalizador para destruir nuestro bienestar.


La mayoría de las habilidades blandas se aprenden en el hogar, son reforzadas en la escuela, y fomentadas por nuestro ambiente. Para que estas enseñanzas prosperen y perduden en la sociedad, deben ser apoyadas activamente por todos estos actores.

Muchas escuelas en Estados Unidos han implementado la enseñanza de habilidades socio-emocionales en su curriculum, enseñando a los niños a desarrollar sus propias habilidades blandas como una forma de contruir mejores ciudadanos y comunidades más harmoniosas. Pero estas lecciones necesitarán los esfuerzos combinados de padres y toda la comunidad para echar raíz y florecer.

Tal como declaró Frank Delano Roosevelt, “Si la civilización ha de sobrevivir, debemos cultivar la ciencia de las relaciones humanas - la habilidad de todas las gentes de todo tipo de vivir juntas en el mismo mundo, en paz.


Para Saber Más

Para leer más acerca de habilidades blandas para niños, visiten la siguiente página:

https://learn.podium.school/personality-development/soft-skills-importance-children/


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