40 Aniversario de E.T. - Un Viaje En El Tiempo


Hace casi 43 años atrás, un joven Steven Spielberg estrenó su sexta película - un cuento de ciencia ficción llamado “E.T. El Extraterrestre”, que cautivó la imaginación de audiencias de todo el mundo como ninguna otra película lo había hecho antes. 

Incluso ahora, E.T. permanece como la segunda película más recaudadora en la historia del cine. Pero, ¿cómo era el mundo en 1982 y por qué esta película en particular dejó una marca tan imborrable?

Acompáñennos a un viaje al pasado a 1982, en búsqueda de la magia de E.T.

Después de una década de eventos difíciles que incluyeron la crisis energética y una conciencia colectiva que todavía batallaba con las cicatrices de la guerra de Vietnam, los años 80 tuvieron un comienzo lento en Estados Unidos. 

Pero tan pronto como la ex estrella de Hollywood Ronald Reagan fue elegido como su nuevo presidente (1981), una oleada de optimismo nació en la nación.

Optimismo que permaneció por la mayor parte de la década, impulsado por resultados financieros auspiciosos y una expansión económica global, los cuales establecieron la noción que el cielo era el límite y todo era posible.

Nada reflejó mejor esta positividad que la industria del entretenimiento, desde los juegos ofrecidos a los niños hasta las películas y series de televisión que reflejaban los ideales de la época.


Aunque el cubo de Rubik revolucionó al mundo en 1980, y los juegos de video estaban haciendo su aparición, las muñecas de trapo, las Barbies, los muñecos de acción, y los ladrillos de LEGO seguían siendo los juguetes favoritos de los niños en esta época. 

En 1982 la plaza de juegos estaba llena de bicicletas, patines, patinetas, aros, cuerdas, mesas de ping-pong, y otros juegos tradicionales.

La música Disco, los patines, y los eventos paranormales eran las principales tendencias pop. Los arcoiris y los pompones adornaban a las niñas y chicas jóvenes.

El éxito de programas de televisión como “La Pequeña Casa en la Pradera” y “Los Duques de Hazzard”, además de la popularidad establecida de la música country desde finales de los años 60, establecieron una tendencia de country-cool, replicada por famosas marcas de moda como Ralph Lauren.


La cultura pop y las convenciones sociales se estaban separando lentamente de la influencia de finales de los años 70, pero tan pronto como los cambios culturales empezaron a ocurrir, nada pudo detener su rápido avance.

Y sin embargo, algunas cosas seguían igual que siempre.

Después de una década de movimiento feminista, las mujeres aún continuaban encasilladas en trabajos de secretarias, profesoras, enfermeras, y en ventas al detalle. 

Tomaría varios años más para que pudieran comenzar a escalar en la escalera corporativa hacia posiciones de más importancia.

Cartel para la película 
"Cómo Matar a Su Jefe" (1980)

Aunque desconocemos la profesión de la madre de Elliott en la película, podemos asumir con bastante seguridad que trabaja como secretaria. 

De acuerdo a los registros de la Oficina de Estadísticas Laborales de 1978, las mujeres ocupaban el 23% de los trabajos en roles gerenciales/administrativos, y un 79,6% de los roles secretariales.

Pero mientras los roles tradicionales siguen siendo la norma, una creciente conciencia sobre la salud y la apariencia se hacía tendencia, y los videos de ejercicios de Jane Fonda hicieron de los aeróbicos - y su moda - una tendencia global.

En 1981, la Boda del Siglo entre el Príncipe Carlos de Inglaterra y Lady Diana Spencer encantó al mundo, en una ceremonia de cuentos de hadas hecha para agradar a una sociedad que fervientemente deseaba creer en finales felices y sueños hechos realidad.

Desde el anuncio de su compromiso con el Príncipe de Gales, el estilo de vestir de Lady Diana Spencer fue copiado en todas partes, desde su corte de pelo y uso de blusas románticas hasta su vestido de bodas.


En esta época, la gente de todas las edades disfrutaban de la música en la radio, LPs, y cassettes. Estos últimos podían ser llevados y escuchados en todas partes, desde Boomboxes hasta Walkmans portátiles.

Los éxitos de las carteleras musicales de la época eran principalmente baladas, música country, y rock’n’roll, con grupos de punk y tecno para completar la variedad. 

Algunos de los artistas musicales más populares de los primeros años de la década incluyen a Christopher Cross, Olivia Newton John, Diana Ross, Dolly Parton, Kenny Rogers, Dionne Warwick, Barry Manilow, Barbra Streisand, Herb Alpert, y grupos como The Manhattan Transfer, Alan Parsons Project, Air Supply, Chicago, Asia, Toto, Journey, Yes!, y Pink Floyd, por nombrar sólo algunos.


El encanto de lo paranormal heredado de los años 70 - con un número récord de avistamientos de OVNIS, la búsqueda de Pie Grande acaparando titulares, el libro “Yo visité Ganimedes” de Josip Ibrahim convirtiéndose en best-seller, y los poderes telepáticos y telekinéticos de Uri Geller ganando notoriedad mundial- aún permeaban la consciencia colectiva durante los primeros años de la década.

Por ello, no es coincidencia que estos primeros años vieran un surgimiento de magos, tales como David Copperfield, Doug Henning, y Siegfried & Roy, que sorprendían a audiencias de todo el mundo con elaborados espectáculos y sofisticados trucos de ilusionismo.

La gente quería creer en la magia.


De hecho, ‘los sueños se hacen realidad’ parece ser el lema de la época, uno representado por dos jóvenes empresarios de Silicon Valley, Steve Jobs y Bill Gates, quienes se convertirían en millonarios cuando la mayoría de sus pares aún estaban en la universidad.
Por primera vez en la historia, los jóvenes no sólo tenían energías y ambición, sino que también estaban ganando más dinero que sus padres.

El términoYuppie (de las palabras ‘young’ y ‘hippie’) fue inventado para definir a la nueva generación de trabajadores. Jóvenes, asertivos, competitivos y extremadamente ambiciosos, habían llegado para conquistar el mundo con un enebriante falso sentido de control.


Los computadores personales habían hecho su tímida entrada a las oficinas a finales de los años 60, pero para 1981 aún estaban lejos de ser comunes, siendo considerados poco más que juguetes costosos.

Incluso en la oficina sus usos eran limitados, y no podían destronar a la máquina de escribir eléctrica, el roll-o-dex, el archivero, y la máquina de fax.

En el hogar, el Betamax era la única fuente de entretenimiento en video. Todas las noticias y entretenimiento venían de medios impresos (revistas y periódicos), radio, televisión, y cine. 


Mientras PacMan era la locura en las arcadas de video juegos, Atari e Intellivision presentaban opciones para jugar juegos de video en casa. 

En 1980 Nintendo lanzó su primer juego de video portable, “Game & Watch” y para 1982 eran casi tan comunes como las calculadoras de bolsillo.

Esperando capitalizar de la popularidad de los juegos de video, este mismo año Disney lanzó su ambiciosa fantasía avant-garde “Tron”, la cual no logró seducir a su audiencia pero presentó al mundo el futuro de la animación computarizada.

Si los sueños son un tema constante a principios de los años 80, el futuro es una obsesión persistente en ésta época, con frecuencia encarado con más curiosidad y optimismo antes que realismo.


En Octubre de 1982 las empresas Disney abrieron su nuevo parque de diversiones, EPCOT Center, un ambicioso proyecto soñado por el mismo Walt Disney, el cual serviría de prototipo para el mundo del mañana, revelado por sus siglas: Prototipo de Comunidad Experimental del Mañana (Experimental Prototype Community of Tomorrow), y su lema: “la magia de la posibilidad”.

El hecho que el proyecto original nunca se realizó no importaba - EPCOT presentó al público lo último en avances technológicos de la época, incluyendo el uso generalizado de robots animatrónicos en la mayoría de sus shows.

Para quienes visitaron EPCOT en esta época, el futuro nunca se sintió más cercano o más emocionante.

Las películas familiares son una rareza

En 1982 la población global apenas superaba los 4 billones. 

La globalización aún no era un término conocido, pero los científicos de todo el mundo ya daban las primeras alertas por la sobrepoblación y la dilapidación de los recursos naturales. 

El muro de Berlín aún se alzaba imponente y mortal, y a pesar de relaciones más amigables y algunos intentos por establecer intercambios culturales entre el Este y Occidente, la cortina de hierro permanece impenetrable.

La amenaza de un conflicto nuclear aún pendía sobre la conciencia colectiva.

En cuanto al entretenimiento filmado, el costo de producir y distribuir un show era mucho más elevado que hoy en día, y requería un equipo de producción mayor. 

Así, el número de producciones nuevas era significativamente menor que lo que encontramos hoy en día, y sin embargo la industria del entretenimiento era una de las industrias más boyantes de la época.


Incluso después de la introducción de los videocassettes, la distribución del entretenimiento filmado también se llevaba a cabo a un ritmo más lento, y servicios adicionales - tales como subtítulos, doblajes, etc.- añadían tiempo de producción adicional.

Excepto por casos muy especiales, no era raro que una película o serie de televisión tomara meses, y a veces incluso años en ser lanzada a una audiencia global.

Para abaratar costos, las repeticiones en televisión eran comunes, y no era raro ver series de dos y hasta diez años de antigüedad.

Nadie se quejaba - el mundo andaba más lentamente.

Algunos de los programas y series de televisión más populares de esta época incluyen “La Isla de la Fantasía”, “Dallas”, “Dinastía”, “Mork & Mindy”, “Tres Son Multitud”, “Laverne & Shirley”, “Los Pitufos”, “Los Hechos de la Vida”, “Arnold”, “El Bote del Amor”, “Los Ángeles de Charlie”, “Chips Patrulla Motorizada”, “Hulk”, “El Gran Héroe Americano”, “Los Osos Revoltosos”, y “Benson”, entre muchos otros. 


Las películas familiares -dirigidas a un público mayormente adulto pero amigables con los niños- eran escasas. 

Salvo por películas animadas, dramas de Disney, y comedias, la mayoría de los cines exhibían dramas serios, películas de catástrofe, o de horror. 

Notables excepciones en esos años fueron las dos primeras películas de “La Guerra de las Galaxias” (1977, 1980), “Vaselina” (1978), las dos primeras películas de “Superman” (1978, 1980), “El Corcel Negro” (1979), “Cazadores del Arca Perdida” (1981), y “Furia de Titanes” (1981), todas las cuales se convirtieron en éxitos de taquilla.

Las películas de ciencia ficción no eran inusuales, pero por lo general se les consideraba entretenimiento barato.

Aunque Stanley Kubrick elevó el nivel del género con “2001: Odisea Espacial” (basada en la novela de Arthur C. Clarke), películas subsecuentes tales como “Logan’s Run”, y series de televisión como “Viaje a las Estrellas”, “Buck Rogers en el siglo 25”, y “Espacio 1999", reafirmaron la tendencia de ser 'entretenimiento barato'. 

En 1977, “La Guerra de las Galaxias” rompió el molde, convirtiéndose en un enorme éxito de taquilla y desencadenando una avalancha de copias. Pero con la única excepción de “Galáctica” (1978), ninguna fue capaz de alcanzar un éxito similar.


Tema constante en el espectro de la fantasía, la exploración espacial y la posibilidad de establecer contacto con entidades del espacio exterior se apoderó de la imaginación colectiva luego del primer aterrizaje lunar en 1969.
 
Los años 70 fueron una década especialmente fructífera para la NASA, lanzando al menos cuatro misiones exitosas que ampliaron nuestro conocimiento y comprensión del universo: las misiones Viking I y II a Marte, y las sondas Voyager I y II para explorar mas allá del sistema solar.
 
En 1977, el instituto SETI (Search for Extra Terrestrial Intelligence, Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre por sus siglas en inglés) en Ohio, reportó una señal del espacio exterior que fue catalogada como la candidata más fuerte para la transmissión extraterrestre de radio jamás detectada.    

En 1980 por primera vez, la ciencia se convirtió en un tema popular de la mano del astrofísico Carl Sagan quien, en su calmada voz de barítono, desentrañaba las leyes del universo en la serie de televisión “Cosmos”. 


La serie se convirtió en un suceso tal que un libro, también por Sagan, fue lanzado el mismo año como su contraparte. 

Sagan era un ferviente defensor de la búsqueda por vida inteligente en el universo, apoyando la idea de la comunicación extraterrestre como una verdadera, si bien remota, posibilidad.

Pero esto era suficiente para alimentar la imaginación popular.

Además de estos avances científicos, luego de un receso de 6 años, en 1981 la NASA lanzó el primer trasbordador espacial, la misión humana al espacio más exitosa desde las misiones Apolo en los años 60 y 70.


El trasbordador espacial no sólo abarató el costo de las misiones espaciales al “reciclar” la nave hasta por 100 viajes adicionales, sino que también ayudó a lanzar satélites y laboratorios espaciales en órbita.

En Agosto de 1982, se produjo el primer Disco Compacto (diserrollado conjuntamente por Philips y Sony), anunciando así una emocionante nueva era de datos digitales.

Todos estos logros, junto con el avance de la computación, parecían confirmar la convicción general que el futuro significaba tecnología, y la tecnología del futuro ya estaba al alcance de la mano.

Este es el mundo en el que un ser del espacio exterior visita nuestro planeta, se queda varado por error, y hace amistad con un niño tan solitario como él.


Aunque Spielberg ya había presentado una historia de comunicación extraterrestre en “Encuentros Cercanos del Tercer Tipo” (1977), esta vez buscó presentarla a través de los ojos de un niño, e incluso desde el punto de vista del extraterrestre mismo. 

Este novedoso tratamiento hizo de “E.T.” una experiencia altamente personal e instantáneamente original, permitiendo a la audiencia saborear la aventura casi en primera persona.

La historia cautivó a un mundo ávido de creer en cuentos de hadas y finales felices.

Uno de los aspectos claves de “E.T.” es que el alienígena es una criatura física real, la creación de Carlo Rambaldi, quien también realizó las criatura de “Alien - El octavo Pasajero” (1980), y los gusanos en “Duna” de David Lynch (1985). 

Gracias a Jim Henson y una larga lista de ilustres animadores, las audiencias estaban familiarizadas con el uso de títeres en las películas. Por ello, se aceptaba que la criatura extraterrestre fuese una combinación de ‘cuerdas y cables’. 

Sin embargo, el resultado alcanzado por Rambaldi fue de tal calidad, que persuadió a muchos a creer que la criatura era real.


Varias versiones del alienígena fueron usadas, dependiendo de las necesidades de la toma: miniaturas robóticas, una cabeza a tamaño natural para tomas de acercamiento, y un traje corporal usado por un actor para escenas en las que E.T. tenía que correr o caminar por la casa.

A diferencia de las películas modernas, en las que el CGI remplaza a los personajes y criaturas imaginarias, en 1982 la animación digital era aún una tecnología en desarrollo, y tomaría más de una década antes de lograr imágenes con suficiente definición para recrear criaturas creíbles interactuando con actores en escena.

Sin embargo, el carácter físico de E.T. fue un factor clave en su credibilidad.

Tal como Rambaldi una vez declaró en una entrevista: "El secreto de crear lo que la tecnología es incapaz de expresar yace en la labor del artesano, quien es capaz de desarrollar características que tocan nuestras emociones más profundas."

Un hecho que Spielberg aprendería duramente unos años después.

Siguiendo el ejemplo de su amigo George Lucas, en 2022 Spielberg decidió mejorar su icónica película con la última tecnología en CGI para su vigésima edición aniversaria. Se añadieron escenas con una criatura digital, modificando e incluso borrando detalles en algunas escenas. Pero el público notó los cambios y en su gran mayoría los rechazó.

La reacción significó que Spielberg finalmente regresó a su versión original, y prometió no volver a modificar ninguna de sus películas con CGI. 


Más allá de sus logros tecnológicos, la mayor fortaleza de “E.T.” proviene de su honestidad emocional.

Spielberg utilizó la mayoría de las reacciones naturales sus niños actores, e incluso sus frases fuera de guión (ad lib), eligiendo hábiles actores para los roles principales, y verdadero personal médico para la escena en la que E.T. yace siendo estudiado. 

Todo esto creó un ambiente de convincente realismo, llevando así lo fantástico a la realidad.

La partitura de John Williams -quien ya era familiar a los oídos de la audiencia de todo el mundo gracias a “La Guerra de las Galaxias”, “Superman”, y “Cazadores del Arca Perdida” - subraya magistralmente cada emoción representada en escena, creando inolvidables paisajes emocionales.


“E.T.” fue primero exhibida en el Festival de Cine de Cannes, y recibió una ovación de pie. Fue sólo un preludio de lo que vendría después.

Incluso Sir Richard Attenborough - quien ganó “Mejor Película” en los Premios Oscar de ese año por su película “Gandhi”-, pensó que “E.T.” debería haber ganado, considerándola “una pieza de cine extraordinaria.”

Fanático declarado de “Peter Pan”, la película inspiró a Michael Jackson a grabar una canción, “Someone in the dark”, basada en la historia de E.T. y Elliott. Esto a su vez llevó a un libro sonoro de la película, narrado por Jackson.

Tanto “E.T.” como “Thriller” de Michael Jackson fueron lanzados en1982, y ambos se convertirían en íconos de la década, cambiando los parámetros bajo los que se creaba y medía el entretenimiento.


Una escena fundamental de “E.T.” es aquella en la que la madre lee “Peter Pan” a Gertie, mientras Elliott y E.T. escuchan desde una habitación contigua. 

En la historia, Campanita muere y la única forma de hacerla revivir es aplaudir y expresar la convicción de que las hadas existen. 

La escena se repite en nuestras mentes cuando Elliott se despide entre lágrimas del cuerpo de E.T., sólo para notar que sus flores muertas están reviviendo.

Ambas escenas encapsulan el mensaje de la película: todo es posible y los milagros ocurren si crees en ellos.


La mayor parte de lo que hoy asociamos con los años 80 ocurrió de 1983 en adelante.

Para su último número de 1982, la revista Time honró al computador personal como “Máquina del Año”. En 1983 se lanzó la exitosa tercera y última parte de la trilogía de “La Guerra de las Galaxias”, sellando para siempre la forma en la que las películas populares se harían y se comercializarían. 

Ese mismo año los teléfonos móbiles salieron a la venta por primera vez, el LP “Thriller” de Michael Jackson se transformó en el disco más vendido de todos los tiempos, la película “Flashdance” llegó a los cines, Madonna lanzó su álbum debut “Madonna”que se convertiría en éxito de ventas, Cindy Lauper hizo su debut con su disco “She’s so unusual”, y nació MTV. 

Todo ésto y más cambiarían la faz del mundo para siempre, definiendo la cultura popular y lo que sería el resto de la década.


El impacto de “E.T.” puede ser ilustrado simplemente por el hecho de que es la película con la exhibición más extendida en la historia, con más de un año de exhibición continua en las salas de cine.

Incluso a más de cuarenta años después de su estreno, “E.T.” cautiva a audiencias de todo el mundo, y aún encanta a nuevas generaciones de cinéfilos que desean embarcarse en una aventura inolvidable.

Viendo a “E.T.” y a 1982 en retrospectiva, podemos ver cuánto ha avanzado la cinematografía y la tecnología en estas cuatro décadas. 

Pero esta mirada hacia atrás también puede hacernos sentir nostalgia por todas las cosas que hemos perdido desde entonces - desde la simplicidad de lo análogo y el optimismo ciego en el futuro y la magia, hasta el foco en las emociones antes que en la ganancia económica o la tecnología-, recordándonos todo aquello que nos hace humanos y nos conecta con el resto del mundo.

Para Saber Más

¿Interesados en dar una mirada más cercana a 1982? Vean este libro souvenir de EPCOT Center de 1982:


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