Autocontrol - La Clave de una Vida Exitosa
En nuestra época de gratificación instantánea, derecho a libertad ilimitado y una incentivada super extroversión, la idea del autocontrol suena como un concepto anticuado, extraño e incluso cruel. ¿Por qué alguien querría auto-reprimirse?
Para algunos, la sola idea de reprimir sus impulsos es innatural. Después de todo, se supone que debemos ser libres y expresarnos abiertamente, ¿verdad?. Para ellos, cualquier forma de represión a la libertad total es vista con, en el mejor de los casos, sospecha.
Y sin embargo, el autocontrol está lejos de ser hipocresía, y es uno de los pilares fundamentales de una vida exitosa.
¿Cómo? Sigan leyendo.
¿Qué es el Autocontrol?
Los psicólogos definen el autocontrol como la habilidad de permanecer en una tarea y evitar distracciones, controlar los propios comportamientos para alcanzar metas, y la habilidad de retrasar la gratificación, resistiendo impulsos y tentaciones.
En los años 70, en su famoso “experimento del malvavisco”, el doctor Walter Mischel le dió a varios niños un malvavisco, y les prometió que les daría otro si, para cuando regresara, no se lo habían comido.
Como era de esperar, no todos los niños fueron capaces de resistir la tentación, pero luego se halló que aquellos que lo lograron - controlando sus impulsos y retrasando su gratificación - lograron resultados académicos más altos en el colegio.
Este resultado es corroborado por otros estudios, tales como el de los doctores Duckworth y Seligman, “La Autodisciplina le gana al Coeficiente Intelectual en predecir el desempeño académico de los adolescentes.”
¿Por qué es importante el autocontrol?
Además de otorgarnos un logro académico mayor, el autocontrol es un rasgo de carácter esencial que nos permite interactuar exitosamente con otros y funcionar en sociedad.
La gente que no se controla a sí misma, a sus impulsos, necesidades y emociones, son dados a malentendidos, exhabruptos y conflictos con otros, todo lo cual daña su habilidad de crear relaciones y establecer lazos sociales.
El autocontrol también es necesario para alcanzar nuestra metas. Bien sea perder peso o ganar un premio, toda meta requiere disciplina y el freno de nuestros impulsos más básicos.
Aquellos que no son capaces de controlarse rara vez logran algo.
No menos importante, el autocontrol también nos permite trabajar bien con otros y vivir armoniosamente en comunidad.
Cada actividad realizada en grupo requiere una supresión de nuestro individualismo en favor de una meta en común. Aquellos que no siguen las reglas o no son capaces de compartir con otros, con frecuencia terminan teniendo problemas de adaptación, y pueden incluso llegar a ser aislados.
Además de esto, varios estudios han determinado que la gente que posee una saludable autoregulación de sus impulsos se siente más felíz, reportan tener menos estrés y se sienten más satisfechos con sus vidas.
Parte de ésto se debe a que han logrado controlar impulsos y emociones que podrían llevarlos a consecuencias negativas, tales como gastar o comer en exceso, dejar las cosas para último minuto, robarse cosas de las tiendas, ser conflictivos, tener una conducta violenta, etc.
No es de extrañar que la gente con pobre autocontrol son vinculados con una variedad de dificultades en la vida, desde problemas con vecinos y colegas, a problemas con la ley.
¿Cómo aprendemos a tener autocontrol?
Algunos investigadores han propuesto que hay gente genéticamente más inclinada a tener mejor autocontrol que otros.
Aunque esto es debatible, es innegable que la cultura que nos rodea durante nuestros primeros años de formación tiene un importante impacto en nuestra habilidad de auto-controlarnos.
La mayoría de los niños aprenden el auto-control por las guías de conducta entregadas por sus padres y guardianes. Un niño que nota que sus pataletas son recompensadas con atención adicional, será menos dado a controlarse a sí mismo que un niño que nota que sus exabruptos son reprobados.
Las generaciones más antiguas parecían ser mejores en controlar sus impulsos y en someterse a la disciplina.
Esto es porque las convenciones socioculturales de tiempos atrás reforzaban el órden y la disciplina desde una edad temprana, y el individualismo extremo era suprimido en favor del beneficio colectivo, un concepto muchas veces declarado en el ideal de ‘dejar algo para las generaciones futuras’.
En esta estructura social, se esperaba que los niños se comportaran bien desde una edad temprana, y las pataletas, arrebatos de furia, intemperancia o comportamiento violento no eran tolerados.
Con el pasar de los años, esta represión emocional temprana fue considerada dañina para el desarrollo del individuo, y fue cambiada a las reglas de comportamiento presentes, más relajadas y permisivas.
Sin embargo, esto prueba que en la vasta mayoría de los casos, el autocontrol es un comportamiento aprendido, sujeto a condiciones de enseñanza, y no a la genética o condiciones fuera de nuestro control.
Tal vez la única excepción son los casos en los que el individuo presenta condiciones médicas que afectan el correcto funcionamiento del sistema ejecutivo en el cerebro (encargado del autocontrol, entre otras tareas), tales como el síndrome de déficit de atención, la dislexia severa, el autismo, etc.
Si una persona no desarrola autocontrol cuando aún es joven, será mucho más difícil que lo logre en la adultez, con consecuencias negativas para su vida.
¿Cómo desarrollar el autocontrol?
Además de la educación entregada por sus padres y guardianes, acercar a los niños a ciertas actividades que disfruten, tales como la gimnasia, el ballet y las lecciones de música, los ayudarán a desarrollar el autocontrol.
Leer libros - en vez de textos cortos, como mensajes de texto, artículos de periódico y cómics - también ayudan a construir autocontrol, dado que ésta actividad requiere atención, enfoque, y un nivel de restricción física por un período de tiempo sostenido.
Los juegos de mesa con reglas restrictivas claras, tales como el ajedrez, serpientes y escaleras, y damas, también ayudan a desarrollar el autocontrol en los niños, junto con la paciencia, estrategia y otros rasgos positivos.
Como regla general, cualquier disciplina que requiera concentración, dedicación, perseverancia y disciplina también reforzará el autocontrol en el individuo.
Como beneficio adicional, algunas de estas actividades también pueden reforzar las habilidades sociales, tales como la cooperación, el compartir y el trabajar en equipo.
Los adultos que deseen reforzar su autocontrol también pueden intentar las siguientes sugerencias:
* Practique el autocontrol : comience con cosas pequeñas y luego proceda a restricciones más importantes. Practique a diario.
* Desglose su meta en pedazos manejables: una meta clara y acorto plazo (‘no comer azúcar hoy’) es más fácil de alcanzar que una meta vaga a largo plazo ('reducir mi consumo de azúcar').
* Piense antes de actuar: considerar las consecuencias de sus acciones le ayudará a permanecer en ruta hacia su meta.
* Recuerde, no es una víctima de sus acciones - siempre tiene una elección.
* Medite: Enfocarse en su meta y en los beneficios que tendrá cuando la logre le darán fuerzas para resistir la tentación.
* Evite la tentación.
* Recompénsese: Una vez que haya logrado su meta diaria, recompénsese con algo útil para alcanzar su meta final.
Parte de un exitoso autocontrol comienza con tener consciencia de nuestras propias emociones.
Para controlarnos, primero necesitamos identificar las emociones asociadas con el desencadenante de nuestras acciones, y comprender por qué nos sentimos así. Una vez que hagamos ésto, podremos ajustar nuestras reacciones a nuestra meta final.
Para Saber Más...
Para leer el Abstracto del estudio de los doctores Duckworth y Seligman “La autodisciplina le gana al Coeficiente Intelectual en predecir el desempeño académico en los adolescentes” (sólo en inglés):
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/16313657/
Para leer un interesante artículo acerca de la fuerza de voluntad y la gratificación, basado en el test del Malvavisco de Walter Mischel, por la Asociación de Psicología de Estados Unidos (sólo en inglés):
https://www.apa.org/helpcenter/willpower-gratification.pdf
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