Bailando En Salud

La vida es movimiento, y nada expresa mejor la vitalidad que el bailar.

Considerado por muchos como mero ‘entretenimiento’, pocas otras actividades son más naturales para el ser humano o más completas en cuanto a beneficios que bailar.

Probablemente saben que bailar mejora la postura y que es un buen ejercicio cardiovascular, pero ¿sabían que bailar puede hacerlos más felices e inteligentes? 

Entre muchos otros beneficios, el bailar ayuda a nuestra neuroplasticidad, mejora nuestro humor, nuestra memoria, concentración, y reconocimiento visual.

Bailar regularmente mejora nuestra coordinación y balance, y nos hace sentir vivos y más alegres.

La danza trasciende las barreras del lenguaje, promueve la expresión personal, y acerca a la gente.

¿Quieren saber más? Sigan leyendo para conocer todo acerca de los increíbles pero ciertos beneficios de bailar.


"Todo en el universo tiene ritmo. Todo danza", dijo Maya Angelou. Y ciertamente, parecemos estar ‘programados’ para bailar. 

El movimiento en respuesta a una ritmo constante es una respuesta evolucionaria innata en todos los humanos.

Incluso antes de nacer, el movimiento es la primera acción del sistema nervioso, y es a través del movimiento espontáneo del feto que el sistema nervioso y el cerebro pueden desarrollarse correctamente.

Nuestros movimientos motores tempranos impulsan la actividad de la corteza cerebral, y estos movimientos ayudan a los bebés a desarrollar habilidades cognitiva tales como el lenguaje y la inteligencia emocional.

Puede que hayan escuchado a madres decir que sus hijos bailaban desde el vientre, pero ahora los científicos han descubierto que bebés de hasta cinco meses poseen una tendencia natural de seguir el ritmo, incluso antes de responder a estimulos visuales.

Mientras más sincronizados estaban los bebés con el ritmo, más sonreían y también parecían preferir la música a las voces habladas, todo lo cual evidencia nuestra tendencia natural para la danza y el movimiento.

Más adelante en nuestras vidas, el movimiento impulsa actividad cerebral que incrementa la plasticidad sináptica, aumenta la comunicación entre las áreas cerebrales, y optimiza la función cerebral durante la adultez y hasta la edad avanzada.

Investigadores han propuesto recientemente que el movimiento es inherente a la conciencia, y que puede incluso controlarla. 

La conectividad entre el cuerpo y el cerebro funciona en ambos sentidos: nuestra actividad cerebral impulsa nuestros movimientos, y nuestros movimientos influencian nuestra actividad cerebral.

Otra teoría evolucionaria propone que la danza evolucionó como una forma de coordinación interpersonal, las cuales incluyen la imitación y la sincronía. 

Estas accciones ayudan a crear lazos sociales dentro de un grupo, algo que incrementaría las posibilidades de sobrevivencia de nuestros ancestros primitivos.

"Bailamos?"

Algunos de los beneficios físicos de bailar incluyen:

-Mejora la postura, los reflejos, y el tono muscular.

-Fortalece el corazón, los huesos, los músculos y el sistema inmune

-Mejora la circulación y la oxigenación celular.

-Ayuda a controlar la presión arterial, los niveles de glucosa y el colesterol en la sangre.

-Mejora la toma de decisiones al ejercitar el cortex frontal en frecuentes decisiones instantáneas entre paso y paso.

Aunque muchos deportes - tales como volleyball, basketball, tenis, etc. - pueden entregar beneficios similares, bailar es una forma más compleja de actividad física que incorpora una serie de funciones cognitivas, incluyendo memoria, aprendizaje, atención, imágen visual, y resolución rápida de problemas.

Debido a su naturaleza controlada, bailar mejora nuestra coordinación y balance mejor que muchos deporates, dado que exige precisión y fino control motor. 

En un estudio de 2007 llevado a cabo por ODC/Dance junto con la Universidad de California en Berkeley, compararon la fortaleza física de estudiantes de danza y atletas estudiantiles. 

Concluyeron que, aunque ambos grupos estaban igualados en términos físicos, los bailarines ganaban en adaptabilidad (ser capaces de ejecutar eficientemente una amplia variedad de tareas), lo cual apunta a la mayor complejidad de la danza para nuestro cerebro.  

A diferencia de la mayoría de los deportes, a menos que se haga de forma competitiva bailar no significa competir, por lo que la presión de ganar o imponerse a un contrincante está descartada. Incluso los bailarines profesionales reconocen que sólo bailan para superarse a sí mismos.

Otra ventaja de bailar por sobre los deportes es que no requiere un equipamiento especial, y poco o nada de entrenamiento para hacerlo - todo lo que se necesita es música, y también se puede bailar al son de la música en la mente. 

Además, a diferencia de la mayoría de los deportes - los cuales requieren mucha resistencia o tienen un impacto importante en las articulaciones-, la danza puede ser practicada a cualquier edad.


Uno de los principales beneficios de la danza - y tal vez el más evidente- está dado por su conexión con la música.

Los beneficios de la música en el cerebro son bien conocidos, y se multiplican cuando se juntan con movimiento físico coordinado.

Las áreas que procesan la música y el movimiento están estrechamente conectadas en el cerebro, y ambas actividades otorgan innumerables beneficios para nuestra salud en general.

Tal como ocurre con la música, el entrenamiento temprano en la danza otorga los mayores beneficios, tales como un mayor desarrollo motor, mejor balance, una protección natural al vértigo, mejor alineamiento y control de la postura, un mayor rango de acción y flexibilidad, habilidades motoras más precisas, y mejor planeamiento y secuenciación de los movimientos.
  
Además, cuando se practica desde edad temprana, bailar ayuda a desarrollar disciplina y resiliencia, y también fomenta el desarrollo neuromotor.

Sin embargo, nunca es demasiado tarde para cosechar los beneficios que la danza puede otorgar, pues abarcan todas las etapas de la vida.

"Billy Elliot"

La danza es el lenguaje escondido del alma, dijo Martha Graham, y bailar es una forma de expresión tan intrínseca a la experiencia humana que danzas tribales se hallan en todas partes del mundo para acompañar cada evento de la vida humana.

Bailamos en celebración, en duelo, en adoración, en gratitud, en guerra, en oración, para contar historias, para marcar rituales de transición, etc.

“Baila tus emociones” es un lema común de los bailarines. Y de hecho, nuestras emociones están tan estrechamente conectadas con nuestros cuerpos que son indivisibles.

Incluso de forma inconsciente, nuestros cuerpos reflejan nuestros pensamientos y emociones, y a su vez  nuestras sensaciones físicas tienen un impacto en nuestras emociones.

Un simple experimento para probar esto es el siguiente: siéntate con los hombros caidos, desinflado y cabizbajo. Luego, siéntate con la espalda derecha, los hombros hacia atrás, mirando derecho hacia adelante - ¿notas la diferencia? 
   
Bailar al son de música que nos gusta estimula la producción de serotonina y endorfina, dos hormonas que regulan nuestras emociones y que nos hacen sentir felices, alegres, llenos de vida.

Sin embargo, bailar no es sólo agradable para quienes bailan, sino también para quienes los ven bailar, entregando así un doble beneficio.

"Sombrero de Copa"

“El cuerpo nunca miente” es otro lema de los bailarines. Y de hecho, incluso si logramos controlar nuestro cuerpo y reprimir nuestras emociones, tarde o temprano éstas saldrán a flote en la forma de un tic nervioso, una erupción en la piel, o complicaciones más severas - tal es la profunda conexión entre nuestros cuerpos y nuestra psisquis.

El lenguaje corporal es la forma de comunicación más primitiva y esencial, y una que trasciende todas las otras barreras. 

Con pocas excepciones, todos compartimos las mismas expresiones físicas para las emociones básicas, y podemos leerlas a través de las culturas sin necesidad de traducciones o diccionarios.

Curiosamente, no hay dos personas que se muevan exactamente igual - la forma en que nos movemos es tan individual como nuestras huellas dactilares. Nuestra personalidad y singularidad se revelan a través de nuestros movimientos, y la danza los lleva a un nivel más alto de expresión.

Bailar es una poderosa forma de expresión que nos permite comunicarnos con los demás mientras exploramos todo rango de emociones, articulando nuestros deseos, esperanzas, temores y más, todo ello simplemente usando nuestros cuerpos en movimiento.

Además de ser una herramienta de expresión personal, cuando se practica en un ambiente protegido y sin competencia, bailar puede mejorar nuestra autoestima y aumentar la confianza en nosotros mismos.

"Center Stage"

La mobilidad es esencial a todo lo que es cognitivo.

La danza integra varias funciones cerebrales al mismo tiempo - kisnestésica, racional, emocional, musical - incrementando así nuestra conectividad neuronal. Esto permite a nuestro cerebro a trabajar más eficientemente; es decir, nos hace más inteligentes.

Bailar ayuda en la creción de nuevas rutas neuronales en nuestro cerebro, incrementando nuestra conectividad y sincronía neuronal, y así mejorando la función cerebral en general.

Además de oxigenar nuestro cerebro y mejorar la circulación, bailar ofrece un completo entrenamiento para el cerebro, y practicarlo regularmente es un completo ejercicio para nuestro sistema cognitivo.

La acción de bailar requiere la colaboración armoniosa de varias partes del cerebro trabajando al unísono: la corteza visual controla nuestra localización espacial, el lóbulo prefrontal controla nuestras decisiones (¿Derecha o izquierda? ¿Parar o seguir? ¿Más rápido o más lento?), la corteza motora controla los movimientos voluntarios, los ganglios basales controlan la coordinación motora, la corteza somatosensorial media todas las sensaciones físican internas y externas, y el cerebelo integra la información del cerebro y la médula espinal.
Al mismo tiempo, la música estimula la corteza auditiva, el hipocampo controla nuestra memoria musical y las emociones asociadas a ella, mientras que el nucleus accumbens y la amígdala controlan nuestras respuestas emocionales a la música.

"Save The Last Dance"

De manera interesante, scanners cerebrales revelaron patrones de activación diferentes durante diferentes períodos de la danza, bien aprendiendo nuevos pasos, liderando, siguiendo, coordinando movimientos juntos durante ensayos, o improvisando.

Además, la corteza somatosensorial parece tener un rol fundamental en nuestra sensibilidad sensorial, procesamiento cognitivo, y regulación de emociones.

Los investigadores han encontrado que alteraciones en la estructura y función de la corteza somatosensorial con frecuencia están relacionadas con problemas de salud mental, tales como depresión, disorden bipolar y esquizofrenia.

Las actividades físicas como la danza, la respiración consciente, el Tai-Chi y el QiGong tiene un impacto positivo sobre la corteza somatosensorial, y los investigadores han encontrado que quienes practican estas actividades de forma regular por lo general son menos reactivos y más resilientes emocionalmente que aquellos que no las practican.

La razón para esto parece encontrarse en la conexión entre la acción física controlada y la concentración consciente sobre nuestros cuerpos (respiración, postura, alineamiento, balance, tacto, etc.).

"Take The Lead"

Tal vez conocen el cliché por incontables películas: un/a chico/a problemático/a llega a una clase de danza y ésta cambia su vida. Sin embargo, a diferencia de muchas otras historias de ficción, esta tiene raíces en verdaderos hechos científicos.

Debido a su naturaleza social, bailar ofrece beneficios emocionales y personales que no se encuentran en otras actividades.

Aunque muchos deportes, tales como volleyball o fútbol, requieren colaboración y un cohesivo trabajo en equipo, bailar requiere un nivel de conexión interpersonal entre participantes mucho más cercano, y con frecuencia incluye contacto físico directo y sutil comunicación sin palabras.

Esta coordinación interpersonal cercana juega un rol evolucionario importante en la creación de vínculos sociales, y estudios recientes han demostrado que también promueve el acoplamiento neuronal. 

Bailar juntos ayuda a reforzar los lazos sociales de un grupo

El tacto, la mirada, y la coordinación de los movimientos físicos son todos aspectos de coordinación interpersonal encontrados en la danza, además de la coordinación de expresiones faciales, respiración, copia de gestos, etc.

La coordinación interpersonal y los vínculos sociales son esenciales para una dinámica efectiva y la interacción social entre los miembros de un grupo o sociedad.

Estudios han demostrado que los bailes sociales reducen nuetra sensación de aislamiento, y bailar regularmente puede promover la regulación de las emociones.

Además, los bailes sociales o en pareja requieren un nivel de supresión del ego y adaptabilidad al acompañante o al grupo para ejecutar la danza de manera óptima, habilidades que también son necesarias para la coexistencia armoniosa en una comunidad.

Todos estos factores pueden explicar la efectividad de los bailes y danzas para acercar a las personas y establecer conexiones sociales, y también explica por qué las culturas alrededor del mundo desarrollaron sus propias danzas grupales desde la antigüedad, para reafirmar la cohesión de sus comunidades.

"Orgullo y Prejuicio"

La música y el baile pueden ser utilizados como terapias para reducir la agitación y mejorar problemas de comportamiento, y es especialmente útil para adultos mayores y pacientes con demencia senil, Alzheimer, o enfermedades neuromotoras.

En un estudio publicado en 2003 por el New England Journal of Medicine, investigadores de la Escuela de Medicina Albert Einstein School en Nueva York estudiaron por 21 años el efecto de once actividades diferentes frecuentemente practicadas por adultos mayores, desde leer hasta jugar golf, y analizaron su impacto en la salud cognitiva.

De forma sorprendente, encontraron que bailar frecuentemente era la única actividad que reducía de manera significativamente el riesgo de demencia senil en la edad avanzada, con una tasa de reducción del 76%, (en comparación, hacer crucigramas obtuvo una tasa de reducción del 47%).

Además de una mayor reserva cognitiva hallada en los bailarines frecuentes, bailar es la única actividad entre las estudiadas que requiere tanto esfuerzo mental como interacción social, y esta estimulación combinada proteje al cerebro del deterioro cognitivo.

Una protección que continúa incluso después de que la enfermedad aparece.

Hace un par de años atrás, un video se hizo viral: una anciana ex-bailarina con Alzheimer que recordó la coreografía de El Lago de los Cisnes cuando escuchó la música. El registro ofreció una evidencia del poder de la música en el cerebro, pero también del poder de la danza incluso en estados avanzados de deterioro neuronal. 

Video (3:16)


Según un estudio de 2015 publicado por la revista científica Brain, la memoria musical se considera en parte independiente de otros sistemas de memoria en el cerebro, y por ello esas áreas no son afectadas por el Alzheimer sino hasta bien tarde en el proceso.

Además, la región de memoria motora en el cerebro asociada con la música es menos vulnerable al deterioro que otras partes del cerebro afectadas por el Alzheimer.

Bailar, como una forma de estimulación rítmico-auditora (RAS por sus siglas en inglés), tienen beneficios probados para pacientes con enfermedad de Parkinson y otros desórdenes neuromotores, mejorando el balance y la coordinación, promoviendo la relajación de las extremidades, y reduciendo los temblores.

Bailar es una actividad tan terapéutica que con frecuencia es recomendada por psiquiatras para tratar pacientes con problemas de regulación emocional, o desórdenes neurológicos complejos - desde desorden bipolar al autismo-, en sesiones de Danzaterapia.

A diferencia de las clases de danza comúnes, las sesiones de Danzaterapia son conducidas por un especialista entrenado, en sesiones individuales, usando el movimiento como un catalizador para expresar emociones y otorgar la intervención requerida.

Y para aquellos que dicen tener dos pies izquierdos para excusarse de no bailar, deben saber que ni siquiera necesitan tener pies para bailar.

De hecho, bailar es una actividad física y recreativa comprobada para ayudar a personas con todo tipo de discapacidad (visual, cognitiva, de movilidad reducidad, etc.) a cualquier edad. 

Compañías de danza inclusiva tales como Infinity Dance Theatre, Stopgap Dance Company, y Step Change Studios no sólo han demostrado que la danza es para todos, sino también que sus beneficios pueden ser recogidos por todos sin limitaciones.

Además de mejorar la respuesta motora, la coordinación, el balance, y otros beneficios físicos, bailar también permite a los bailarines discapacitados una avenida para expresarse, incrementando su sentido de independencia y autovalencia, y ayudándoles a conectarse con los demás.

Video: Making Contemporary Dance Inclusive for All (3:27)


¿Son todos los tipos de baile igualmente beneficiosos? 

En general, aquellos bailes que requieren la mayor cantidad de decisiones trabajan más el cerebro, otorgando mayor protección cognitiva. Aprender nuevos pasos y nuevas coreografías también activa el cerebro y crea más redes neuronales que repetir pasos ya conocidos.

Los bailes rápidos otorgan el mejor ejercicio cardiovascular, mejoran la circulación y oxigenan mejor el cerebro que los bailes lentos, pero puede que prefieran éstos últimos para establecer un vínculo social más cercano.

Sin embargo, todos los bailes reducen los niveles de estrés y cortisol cuando se practican con propósitos recreativos.

"Vaselina"

Algunos se sienten intimidados de bailar en público. “Tengo dos pies izquierdos”, se excusan. Otros asocian el baile con juventud exhuberante y vitalidad, y sienten que no es para ellos. 

Pero no tienes que ser un Fred Astaire o hacer acrobacias para moverte al ritmo de la música 
Nadie es demasiado jóven, demasiado viejo, demasiado pobre o demasiado torpe para bailar, pero para recoger todos sus beneficios debemos bailar lo que nos gusta y hacer nuestra la danza.

Sin importar si es jazz, ballet, vals, K-pop, hip-hop, mambo or tango, los beneficios de la danza están allí para el disfrute y el beneficio de todos.


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Fuentes: Frontiers in Human Neuroscience, TheConversation.com, Dance Spirit Magazine, MoreThanDancers.com, Psicologosonline.com, SportandDev.org, GoodTherapy.org, Harvard.edu.







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