Nicanor Parra : El Poeta Antipoeta


Para aquellos ajenos a la obra de Nicanor Parra, éste debe haberse visto como un viejo cascarrabias y sobreestimado que seguía cosechando loas de glorias pasadas.

Nada mas lejos de la verdad.

Aunque su trabajo más conocido fueron sus poesías, Nicanor Parra también fue un estimado Profesor, y un notable Físico y Matemático, habiendo dejado su marca en la Academia antes de dedicarse por completo a la literatura.

Aunque la ciencia fue su primera carrera, Nicanor Parra ya escribía versos y pequeos poemas en el liceo, inspirado por los grandes nombres de la literatura Mundial y Latinoamericana, tales como Shakespeare y Rubén Darío.

De hecho, es posible notar esta influencia en sus primeros libros; pero fue su encuentro con Allen Greensberg y el Movimiento Beat Americano en los aos ‘50 el que marcó un cambio decisivo en su poesía. Desde ese momento, su obra adopta el caos y su ironía se vuelve sardónica, como un reflejo de los tiempos.

Hojas de Parra

El primer hijo de cuatro hermanos, Nicanor nació en un familia humilde pero creativa e inventiva, con estrecha vinculación al campo y a las tradiciones folklóricas. Esta influencia familiar ligada a sus particulares talentos, encauzarán la vida de Nicanor y de sus tres hermanos (Violeta, Roberto y Eduardo) por la senda de la cultura y el saber.


En 1937, Nicanor se graduó de la facultad de Pedagogía como Profesor en Matemáticas y Física. Dos aos más tarde, cuando trabaja como profesor en un liceo, funda la ‘Revista Nueva’, en donde publica su primer cuento, ‘Gato en el Camino’, el cual ya da muestras de su famosa irreverencia.

También en este ao, publica su primer libro de poemas, "Cancionero Sin Nombre", el cual gana el Premio Municipal de Poesía y le merece los elogios de la ganadora del Premio Nóbel Gabriela Mistral.

En 1943 recibe una beca para estudiar un postgrado de Mecánica Avanzada en la Universidad Brown. En 1949 va a la Universidad de Oxford a estudiar Cosmología. Tras su retorno a su tierra natal, Parra trabajó como Profesor de Física Teórica en la Universidad de Chile.


Según su alumnos, Parra era un profesor divertido, que enseaba Física y Matemáticas con humor, y que estimulaba su imaginación tanto como su sentido de la lógica. Es una mezcla que será el ello continuo de su trabajo: matemática y poesía, lógica y emoción. Para Parra no existía diferencia entre ambos. 

Con la publicación de su segundo libro de poemas, ‘Poemas y Antipoemas’ en 1954, instala el concepto de antipoesía, rompiendo con los cánones de la poesía tradicional. En este punto, Parra decide dedicarse a la poesía a tiempo completo.


"Cueca Larga", Libro de Poesía, 1958.


Su dedicación rinde frutos. En 1969 ganó el Premio Nacional de Literatura.

A diferencia de la mayor parte de la poesía de este tiempo, la poesía de Parra le habla al hombre común, usando un lenguaje común y a veces vulgar. Y el hombre común se siente identificado con su mensaje, haciéndolo parte de sí mismo, porque ya es suyo en esencia.
  
Autorretrato
De 'Poemas y Antipoemas'

Considerad, muchachos
Esta lengua roída por el cáncer:
Soy profesor en un liceo obscuro,
He perdido la voz haciendo clases.
(Después de todo o nada
Hago cuarenta horas semanales).
¿Qué os parece mi cara abofeteada?
¡Verdad que inspira lástima mirarme!
Y qué decís de esta nariz podrida
Por la cal de la tiza degradante

En materia de ojos, a tres metros
No reconozco ni a mi propia madre.
¿Qué me sucede? - Nada.
Me los he arruinado haciendo clases:
La mala luz, el sol,
La venenosa luna miserable.
Y todo para qué
Para ganar un pan imperdonable
Duro como la cara del burgués
Y con sabor y con olor a sangre.
¡Para qué hemos nacido los hombres
Si nos dan una muerte de animales!

Por el exceso de trabajo, a veces
Ve formas extraas en el aire,
Oigo carreras locas,
Risas, conversaciones crminales.
Observad estas manos
Y estas mejillas blancas de cadáver,
Estos escasos pelos que me quedan.
¡Estas negras arrugas infernales!
Sin embargo yo fui tal como ustedes,
Joven, lleno de ideales
Soé fundiendo el cobre
Y limando las caras del diamante:
Aquí me tienen hoy
Detrás de este mesón incomfortable
Embrutecido por el sonsonete
De las quinientas horas semanales.

La poesía de Parra teje ideas y sensaciones usando palabras simples, escogidas con precisión. Su obra lleva el sello de la genialidad: una aparente simplicidad que esconde la profundidad crítica de su mensaje.

En 1972, Parra publica un nuevo tomo de poesía: ‘Artefactos’, una caja con 242 postales, cada una con un mensaje diferente: chistes, ingenios, ilustraciones. Similar a los ready-made de Marcel Duchamp y el Movimiento Dada en los aos'20, Parra instala su visión poética en objetos cotidianos, junto con imágenes usadas para capturar la atención del púbico y aadir trasfondo a su mensaje. Los más famosos de estos son las ‘Bandejitas de La Reina’, (en referencia al área de la ciudad donde vivía el poeta). Esta obra mezcla humor con crítica seria y le vale mayor fama como artista de vanguardia.




Aún cuando nunca ganó el elusivo premio, Parra fue postulado cuatro veces al Premio Nóbel de Literatura: 1995, 1997, 2000 and 2011. Sin embargo, ganó otros reconocimientos importantes, tales como el Premio Cervantes (2011), el más alto premio de literatura en lengua espaola, y el Premio Reina Sofia de Poesía Iberoamericana (2001).

En paralelo a su labor literaria, Nicanor Parra fue consejero y guía en la carrera de su hermana, la afamada folklorista Violeta Parra, un ícono cultural por mérito propio.




El encanto de la obra de parra radica en su genialidad irreverente pero accesible. A veces brutal, escandalosa, terrenal, humorosa, libre, inventiva pero jamás aburrida. La diversión era un rasgo fundamental en la personalidad de Nicanor Parra, una que trascendió a sus clases, sus poemas, sus lecturas, sus artefactos, las conversaciones con amigos.




Nicanor Parra murió el 23 de Enero pasado a los 103 aos de edad. Una vida larga y bien llevada, digna de ser recordada como inspiración, tanto para todos aquellos que decidan transitar por el sendero de las artes, como para aquellos que ven en su obra un reflejo de su propia existencia.


Epitafio
De ‘Poemas y Antipoemas’

De estatura mediana
Con una voz ni delgada ni gruesa,
Hijo mayor de profesor primario
Y de una modista de transtienda;
Flaco de nacimiento
Aunque devoto de la buena mesa;
De mejillas escuálidas
Y de más bien abundantes orejas;
Con un rostro cuadrado
En que los ojos se abren apenas
Y una nariz de boxeador mulato
Baja a la boca de ídolo azteca
- Todo esto baado
Por una luz entre irónica y pérfida -
Ni muy listo ni tonto de remate
Fuí lo que fuí : una mezcla
De vinagre y aceite de comer
¡Un embutido de ángel y bestia!

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