El Hombre Que Plantaba Árboles


Hace unos aos atrás, leí un artículo en una revista acerca de un hombre que había plantado un bosque en Francia por sí solo. 

El artículo incluía nombres, fechas y lugares, apoyando el increíble hecho con datos específicos. Era un logro tan impresionante que imediatamente busqué saber más al respecto.


Lamentablemente, cuando investigué más a fondo, resultó ser un error. Uno que mucha gente ha cometido, por cierto. 

De hecho, la historia es un relato de ficción escrito por el escritor francés Jean Giono en 1953, "El Hombre Que Plantaba Árboles". Sin embargo, su relato en primera persona es tan vivo en detalles, que mucha gente lo tomó como una historia verdadera.

Tristemente, no lo es.

Sin embargo, "El Hombre que plantaba Árboles" es tal vez uno de los mejores usos de la ficción para encender una causa y popularizar una idea. La historia actúa como una parábola, con varias posibles moralejas finales.


Este cuento narra la historia de un joven viajante que camina através de una desolada región alpina en Provenza. 

En su fallida búsqueda por agua, encuentra una villa de carboneros, habitada por gente hostil y desesperanzada. Sin deseos de permanecer allí, el joven continúa su camino y se encuentra con un pastor solitario que le da abrigo en su casa para pasar la noche. 

Antes de retirarse a dormir, el joven ve al pastor (Elzéard Bouffier) seleccionando y preparando cuidadosamente una bolsa de bellotas. Al día siguiente, el joven lo sigue a las colinas con sus ovejas, y lo ve plantar bellotas a dondequiera que va. Entonces el pastor le cuenta su plan. Su calmada seguridad y su imposible tarea intrigan al joven, quien se queda en su compaía unos días más antes de volver de vuelta al camino.

El tiempo pasa. El joven es enviado a pelear en la Primera Guerra Mundial, pero aos después regresa a la región y la encuentra agradablemente cambiada. También encuentra al viejo pastor, quien ahora es un apicultor, pero continúa plantando bellotas a donde va. 

Desde esta segunda visita, el joven regresa cada ao, y es testigo de los increíbles cambios que la humilde pero persistente acción de Elzéard Bouffier ha causado en la región. 

Las colinas desoladas ahora están cubiertas de bosques, el río antes seco ahora gorgojea vivaz en su antiguo cauce, los pájaros, abejas y otros animales regresan a popular las ahora verdes extensiones, y la villa desolada vibra de optimismo y nueva vida.


En 1987, un corto animado realizado por el animador canadiense Frederic Back trajo la historia de Jean Giono a la vida, presentandola a una audiencia más joven y mas amplia. 

El corto fue nominado y ganó un Premio de la Academia por la calidad artística de su animación realizada a mano.

"El Hombre Que Plantaba Árboles" Corto animado (30':00)


Aunque escrita hace más de medio siglo, esta historia es hoy más relevante que nunca, no sólo debido a su tema ecológico, sino también como una historia de empoderamiento, causando en cada lector una conclusión diferente. 

De cómo una simple y pequea acción realizada con constancia puede tener un gran impacto en nuestras vidas. De la importancia de la perseverancia. De cómo una simple persona puede alterar el curso de los eventos através de la acción consistente. De la relatividad del tiempo en el gran esquema de las cosas. De la importancia de mantener siempre la perspectiva y ver la imágen global en todas nuestras acciones. De la relación entre el hombre y la naturaleza. De cómo nosotros somos los realizadores de nuestros propios milagros - y muchas otras.

Jean Giono mismo concedió que él había escrito la historia para alentar a la gente a plantar árboles. Pacifista, Giono rehusó recibir ganancias por la venta de su libro, distribuyó copias gratuitamente y concedió los derechos gratuitamente a quienquiera que deseara distribuir o traducir la obra. 

Para leer el texto completo en Espaol de esta inspiradora historia, pincha el siguiente link: http://www.pinetum.org/GionoES.htm


Pero si la historia de Giono es ficción, también han habido ejemplos reales de ‘Elzéard Bouffiers’, hombres y mujeres comúnes que decidieron tomar acción y lucharon contra la deforestación con sus propias manos. 

Y tal como en la historia de Jean Giono, éstos hombres y mujeres lograron sus metas através de pura perseverancia, una semilla y un árbol a la vez.

Por ejemplo, en la India Jadav Payeng decidió plantar árboles en la región donde vivía para luchar contra la hambruna y la desertificación. 

En 1979, Jadav era un adolescente que luchaba por conseguir agua y comida para él y su familia. Ambos eran lujos escasos en el área donde vivía, una región casi desértica frecuentemente azotada por inundaciones y altas temperaturas. 

Decidido a hacer algo al respecto, Jadev decidió plantar un árbol por día. Los ancianos y líderes de su comunidad le negaron ayuda, convencidos de su fracaso, pero él insistió

Finalmente, las autoridades locales se dieron por vencidas y le dieron algunos bambúes y raíces para plantar, y él mismo consiguió muchos otros por su cuenta. Hoy en día, el área donde plantó estos árboles está llena de vida, abarcando 1360 acres - un área que crece más cada ao.

Jadav Payeng (2:33")



En África, Wangari Maathai también comenzó una verdadera revolución en su nativa Kenia. Viendo constantes lamentos de mujeres en las zonas rurales por falta de agua y comida, ella decidió reclutar a estas mismas mujeres para plantar árboles. 

Su humilde acción fue vista como una provocación, y fue condenada por el gobierno Keniano. 

Sin embargo, al final la crusada de Wangari prevaleció, y hoy en día el movimiento ‘Green Belt’ (Cinturón Verde) se extiende por miles de acres através de varios países africanos. 

Sus esfuerzos de reforestación han provisto de sustento a miles de familias, luchando contra la creciente desertificación, la pérdida de especies naturales y la expansión del efecto invernadero.

Wangari Maathai: Plantar arboles es plantar esperanza (3':00")


Si crees que plantar árboles no es algo que puedas hacer, ¡Sorpresa! Puede ser tan fácil como hacer click con tu mouse, con el búscador de Ecosia.

Desde el 2009, Ecosia dona el 80% del exceso de sus ganancias para financiar proyectos de reforestación en diversas localidades en todo el mundo, tales como Magadascar, Tanzania, Perú, etc. 

Esta iniciativa no sólo ayuda a luchar contra la polución global, ayuda a detener el avance de la desertificación y restaura el ciclo del agua, sino que también lleva una muy necesitada prosperidad a zonas rurales pobres, creando trabajos, disminuyendo la hambruna y así ayudando a combatir nuestros problemas socio-ecológicos más grandes en la actualidad.

¿Cómo ayudar? Simplemente usa Ecosia en tus búsquedas en la web - cada una aade otro árbol plantado. ¡Mas fácil, imposible!

Puede que no seamos Elzéard Bouffard, pero nadie es demasiado pequeo o demasiado viejo, demasiado rico o demasiado pobre para plantar un árbol y cuidar de él. 

Puede ser en un matero o en un jardín, casi durante todo el ao. Todo lo que se necesita es un poco de tierra, una semilla, un poco de agua y las ganas de poner manos a la obra. Con constancia, cario y cuidado, el milagro no tardará en surgir.

"Incluso si supiera que el mundo se acaba maana,
aún hoy plantaría mi manzano."
- Martin Luther King

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