Pomaire : Corazón de Greda


A unos 50 kilómetros al suroeste de Santiago (Chile), Pomaire es una villa artesana suspendida en el tiempo, especializada en alfarería de greda.


Rodeada de verdes viedos, sembradíos y hectáreas de frutales, y enclavado entre montaas ricas en arcilla, Pomaire fue un asentamiento indígena desde antes de la llegada de los Espaoles en el siglo XV. 

El nombre del pueblo viene del cacique de este primer asentamiento humano, el Curaca Pomaire. Dos siglos después, el crecimiento de la villa los obligó a establecerse en la que es hoy en día su actual ubicación.



Aunque la alfarería ya era practicada por los habitantes de esa época, no fue sino hasta la segunda mitad del siglo XIX cuando empezaron a crear implementos con fines comerciales, vendiéndolos en los mercados del área de Valparaíso.


Las ventas eran buenas y con el tiempo la fama de los objetos de Pomaire creció, en especial debido a sus resistentes ollas, las cuales no sólo eran perfectas para usar en hornos a lea, sino también le otorgaban un toque particular a la comida preparada en ellas.


A diferencia de la alfarería de otras regiones, la alfarería en greda de Pomaire es de un color marrón naranja, gruesa, con una acabado liso y bordes redondeados, sin dibujos ni pinturas. Puede hallarse en tres versiones: pulida, barnizada o oscurecida, en objetos utilitarios o representando los motivos típicos de la región.


En las hábiles manos del artesano, la greda húmeda es trabajada con paciencia y maestría.

Dependiendo del objeto, pocos o ningún implemento son usados para ayudar a darle forma - generalmente una simple espátula o un cuchillo de madera. 

Los moldes no se usan - la maestría de cada alfarero es la única fuente de cada creación y como tal, cada pieza es única e irrepetible. 

Cuando la figura o implemento se termina, se cocina en un horno a lea a unos 600-800 grados centígrados.


El entrenamiento en la alfarería usualmente comienza a una edad muy temprana, con nios copiando a sus padres y familiares en este arte, continuando las tradiciones de generación en generación. 

Las mujeres por lo general confeccionan las piezas de pequeo y mediano tamao, y los hombres se encargan de realizar las piezas de gran tamao.


Una especialización en particular, la creación de miniaturas en greda, está desapareciendo rápidamente debido a la delicadeza de su técnica. En esta, cada pieza es realizada casi con tanto detalle como una pieza mas grande, pero sin sobrepasar el centímetro de altura. Piezas más grandes (de unos 2 cms de altura) son vendidas en grupos atados en cordones, pero incluso estos son difíciles de encontrar hoy en día.

Fotografía: Marcela Ávalos V.
(Del Libro " Miniaturas de Pomaire")

A través de los aos, los artesanos han diversificado sus productos para continuar vigentes, pero sin perder el contacto con sus raíces. De esta forma, podemos encontrar ollas, teteras, sets de café, artículos de cocina, platos, cucharas, figuras para el jardín y adornos para el hogar de todos tamaos, pero también lámparas, imánes y llaveros, todos hechos en la greda típica del lugar, en su color original, oscurecida, pintada o esmaltada.


Sin embargo, algunos motivos folkóricos típicos han prevalecido a pesar del paso del tiempo: zapatos viejos (amuleto de buena suerte para el jardín), cocinillas, gallinitas, palomas, teteras, jardineras y chanchitos (amuleto de buena fortuna) en sus muchas variaciones.


Aunque la greda en Pomaire es de un color marrón naranja, algunos objetos son oscurecidos usando papel periódico quemado después del proceso de cocción en el horno. Es por ello que estas piezas tienen puntos de color más claro, haciendo de cada una de ellas una pieza única. 

Además, algunas tiendas ofrecen objetos en greda blanca, una rareza que brinda a las figuras típicas un carácter especial con su acabado de color arena.


Hoy en día, Pomaire alberga a casi 100 artesanos y talleres en sus dos calles paralelas, ‘Roberto Bravo’ (en honor del afamado pianista chileno), y ‘San Antonio’. 

En ellas, uno puede encontrar trabajos en madera nativa, muebles de rafia, juguetes, novedades, conservas artesanales y, por supuesto, alfarería en greda.


Las tiendas atraen una gran número de visitantes, locales y extranjeros, que vienen a ver los talleres y disfrutar de la comida local.


Junto a las tiendas de artesanos y talleres también se pueden encontrar muchos resutaurantes y picás (lugares para comer al paso) de diferentes calidades y precios accesibles a todos los bolsillos, ofreciendo las especialidades locales.

Entre los platos más vendidos se encuentran : pastel de choclo (pastel de carne picada, pollo, huevo duro y aceitunas cubierto con una gruesa capa de crema de maíz, cocinado en cuencos de greda individuales), empanadas de todos tamaos, carnes a la brasa, humitas (similares a los tamales pero más grandes y dulces), y huesillos con mote (bebida/postre de duraznos deshidratados cocinados con trigo mote, servido helado durante el verano).

Empanada de 1 Kg.

Huesillos con mote, pastel de choclo y humitas

Pomaire es pequeo, sencillo y sin pretensiones, pero es ahí precisamente donde reside su encanto. Los visitantes encontrarán en este pueblito una muestra de cómo era un pueblo típico chileno en una época ya perdida.

Si van, olvídense del reloj y disfruten la ausencia del tiempo. Pomaire bien vale una visita para una prueba del folklor de la región, un souvenir especial ¡y un chanchito para la suerte!



Para Saber Más

Para tener más de información acerca de Pomaire y otras atracciones turísticas en el área:

https://www.visitchile.com/es/pomaire-valle-del-maipo/atractivos.htm


También se puede descargar de forma gratuita el libro "Oficios y Trabajos de las Mujeres de Pomaire", que provee información detallada sobre la historia de Pomaire y el oficio de la alfarería en la región:
http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-92352.html

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