Es una de las preguntas más antiguas e intrigantes de la humanidad.
¿Qué es real? ¿Es el mundo que nos rodea real o una construcción de nuestra imaginación? ¿Qué significa ser 'real'?
Estas interrogantes han estado con nosotros desde los albores del tiempo, y han ganado importancia con el advenimiento de la Inteligencia Artificial, la Realidad Virtual y la Realidad Aumentada.
A medida que la ciencia y la tecnología avanzan, los campos científicos han creado teorías cada vez más increíbles de lo que realmente es la realidad, como la teoría de la conciencia cuántica de Roger Penrose y Stuart Hameroff, o la hipótesis de la simulación popularizada por Nick Bostrom.
Parece que ya no podemos creer en nuestros sentidos. ¿Qué es real y qué no? ¿Cómo podemos estar seguros?
El entretenimiento que cuestiona nuestro sentido de la realidad es cada vez más popular
Según el Diccionario Oxford, la definición de "realidad" es: 1) La calidad o estado de ser real. 2) Existencia real; lo que es real más que imaginado o deseado. 3) El agregado de cosas o existencias reales.
Sin embargo, más allá de la mera etimología, la respuesta a la pregunta '¿Qué es la realidad?' no es tan sencilla o tranquilizadora como nos gustaría que fuera.
Porque cuanto más avanzamos en nuestra comprensión del cosmos y las fuerzas que lo moldean, más compleja es la respuesta.
Aquí examinamos brevemente el tema de la realidad desde la perspectiva de la filosofía, la psicología, la neurología, la física, y las matemáticas.
Filosofía
Probablemente ninguna otra disciplina ha dedicado más tiempo y esfuerzo en desentrañar el misterio de lo que es la realidad.
Desde sus inicios en la antigua Grecia, la filosofía ha tratado de responder a la cuestión de la realidad, proponiendo diferentes conceptos, los cuales se han desarrollado a la par de nuestra comprensión del mundo.
La filosofía clásica afirmaba que la realidad está relacionada con la existencia y la esencia del ser humano.
En la Era de la Iluminación, la declaración de René de Descartes, "Pienso. Luego, existo", se convirtió en el pilar para explicar la conciencia, condicionando la realidad a la experiencia directa.
La filosofía aborda dos aspectos de la realidad: la naturaleza de la realidad misma, y la relación entre la mente (expresada en lenguaje, cultura, etc.) y lo que percibimos como real.
La ontología (lo que existe por sí mismo) y la epistemología (lo que sabemos sobre estas cosas y los límites de nuestro conocimiento) son las herramientas utilizadas por los filósofos para explicar la realidad.
Algunos filósofos establecen una diferencia entre la realidad y la existencia, añadiendo un nivel de complejidad para describir el mundo que nos rodea.
Además, aunque aceptan la noción de que nuestra percepción de la realidad está moldeada por factores externos, la mayoría de los filósofos rechazan la noción de la realidad descrita por la física o las matemáticas.
Por ejemplo, en su ensayo "Filosofía de las Matemáticas y la Realidad", el profesor Raymond Tallis explica que "el mundo de las leyes físicas -que permite predicciones o cantidades- es un mundo de cantidades sin cualidades", pasando a explicar por qué una mera descripción numérica de la realidad no es precisa o completa.
Casi todos los filósofos han abordado el tema de la realidad de una forma u otra. A través de los siglos, han surgido nuevas teorías para explicar los diferentes conceptos involucrados en los temas de la conciencia y la realidad.
Sin embargo, ningún enfoque parece satisfacer a todos, y la cuestión de qué es la realidad sigue abierta a nuevas interpretaciones.
Psicología
"El concepto de realidad no tiene sentido sin un punto de referencia (...). Es nuestra mente la que proyecta sobre las cosas los conceptos que tenemos de ellas, dando sentido al universo, creando a cada momento la existencia de la realidad en la que vivimos." - John Maxtell
La base de la realidad en la psicología se basa en el concepto de 'conciencia'. Somos reales porque somos 'conscientes' de ser reales.
Sin embargo, la realidad es también un delicado equilibrio entre nuestra percepción del entorno físico que nos rodea y la percepción de nuestro ser interior (nuestros pensamientos, recuerdos, sentimientos, conceptos, etc.).
Rene Magritte, "Decalcomanie"
Según la psicología, la conciencia humana se construye sobre tres capas: la consciente (nuestros pensamientos, acciones y conciencia del presente, que representan el 10% de nuestra conciencia), el subconsciente (las acciones y reacciones que realizamos cuando pensamos, representando 50-60% de nuestra conciencia), y el inconsciente (nuestras memorias y el profundo receso de nuestro pasado, representando 30-40% de nuestra conciencia).
Estas estructuras trabajan juntas para construir nuestra imágen personal de lo que llamamos 'real'.
Además, la psicología freudiana estableció el 'principio de la realidad', que es la capacidad de la mente para evaluar la realidad del mundo externo y actuar en consecuencia.
Construimos la realidad basados en muestros sentidos, pero también en expectativas aprendidas a través de la experiencia directa, profundamente arraigada en nuestras mentes. Por ejemplo, cuando saltamos esperamos caer de nuevo a tierra, no flotar de forma indefinida, como ocurriria en sueños.
De hecho, los sueños y la memoria tienen un rol importante en nuestra percepción de la realidad.
Sueños, Realidad e Imaginación
"En el sueño, la fantasía toma la forma de sueños. Pero en la vida en vigilia, también, continuamos soñando bajo el umbral de la conciencia, especialmente cuando estamos bajo la influencia de complejos reprimidos u otros inconscientes." - Carl Jung
'Los sueños son mi realidad', cantaba Richard Sanderson en el éxito de la década de 1980. Sin embargo, los procesos mentales que conllevan soñar y percibir la realidad no están demasiado distantes unos de otros.
¿Alguna vez han sentido que la imaginación y los sueños son más verdaderos que la vida misma? Esto es probablemente porque tanto la realidad como la imaginación son procesadas por las mismas áreas en el cerebro.
Los sueños son generados por redes neuronales similares a las utilizadas para recordar recuerdos y construir escenarios cuando estamos despiertos. En este proceso, el hipocampo combina diferentes elementos de la memoria en un todo coherente.
El hipocampo está involucrado en el almacenamiento de memorias episódicas y declarativas, y los estudios sugieren que utiliza estas memorias para construir eventos y escenarios imaginados.
Además, la corteza prefrontal está menos activa durante el sueño REM -el 'estado de sueño'-, lo que explica por qué las imágenes en nuestros sueños a menudo carecen de lógica.
Estudios recientes sugieren que el sueño es parte de un continuo de pensamiento constructivo generado continuamente a través de los estados de vigilia y sueño.
Gracias a los avances significativos en neurología en los últimos años, estamos empezando a comprender cómo el cerebro crea la 'realidad', y cómo nuestra percepción de la realidad está vinculada a la imaginación y el sueño.
Una interesante hipótesis postula que la imaginación y la percepción de la realidad utilizan las mismas vías neuronales en el cerebro, pero que la imaginación es una forma más débil de percepción.
Los investigadores piensan que probablemente la corteza frontal -la región cerebral encargada de la planificación y el análisis lógico- evalúa el nivel de intensidad de estas dos actividades aplicando un 'umbral de realidad' para decidir cuál es 'real'.
Sin embargo, el mecanismo aún no está claro y requiere más investigación.
Las memorias también están estrechamente relacionadas con nuestra percepción de la realidad y nuestros sueños.
Mucho de lo que hacemos y percibimos a diario depende de los recuerdos almacenados desde la infancia: cómo ponerse de pie, cómo caminar, cómo mover las manos, cómo reconocer caras y distancias, etc.
Por ejemplo, somos capaces de ver una película y entenderla porque aprendimos desde una edad temprana cómo encadenar las diferentes secuencias y cortes en un continuo unificado. El proceso se almacena en nuestra memoria, y accedemos a él automáticamente, pero alguien que nunca ha visto una película antes tendría dificultades para entender lo que ve.
En un estudio de 1990, los neurocientíficos descubrieron que las regiones del cerebro que se creía que estaban activas solo durante la percepción sensorial -ver, escuchar, etc.- también estaban activas durante el recuerdo de la memoria.
Sin embargo, el cerebro maneja y procesa la información de estas dos actividades de manera muy diferente.
Además, el tejido de la memoria es frágil y su veracidad es difícil de verificar.
Como demuestra la investigadora Elizabeth Loftus, los recuerdos pueden ser inducidos a través de la sugestión, incluso en personas con excelente memoria.
Además, las personas susceptibles, aquellos con estados mentales frágiles o que sufren trastornos mentales también pueden desarrollar el síndrome de memoria falsa - la creación de una realidad alrededor de una memoria falsa.
Entender cómo funcionan estos mecanismos en el cerebro también puede ayudar a explicar trastornos tales como alucinaciones, afasia, hiperfantasía, esquizofrenia, y confusión de realidad onírica (la incapacidad para distinguir si un evento ocurrió durante el estado de vigilia o como parte de un sueño).
Salvador Dalí, "Persistencia de la Memoria"
Neurología
"La realidad es lo que sea que tu cerebro te dice que es" - Dr. David Eagleman
Para los neurólogos, la realidad es una construcción del cerebro basada en la interpretación de nuestra alimentación sensorial.
El cerebro extrae patrones de las señales electroquímicas enviadas por nuestros sentidos, los procesa y les asigna significado, creando así nuestro mundo subjetivo.
Asumimos que nuestros sentidos son correctos, a pesar de que hay diferencias sutiles de sensibilidad entre los individuos. Por ejemplo, mi madre tenía una bufanda en un tono ambigüo que ella llamaba 'azul', pero yo lo veía como 'verde', y nunca pudimos resolver la discusión.
Así, la realidad de cada persona es ligeramente diferente dependiendo de la sensibilidad sensorial de cada quien. Además, ciertas condiciones como la hiperacusia (audición extrema), sinestesia (ver colores en números, letras y sonidos), o ser daltónico subrayan aún más estas diferencias de percepción.
Además de nuestras diferencias sensoriales, nuestros sentidos pueden ser fácilmente engañados porque nuestro cerebro procesa las entradas sensoriales basado en expectativas.
Las ilusiones ópticas son un buen ejemplo de esto.
Todas las lineas son perfactamente rectas
Nuestros sentidos trabajan al unísono y dependen unos de otros para captar nuestra percepción de la 'realidad', cada uno proporcionando una pista adicional del entorno que nos rodea.
Pero mientras los estímulos externos juegan un papel fundamental en nuestra percepción de la realidad, es el procesamiento correcto de estos lo que produce nuestro sentido de 'realidad'.
Por ejemplo, oímos a un pájaro cantar en el jardín. Nuestros oídos capturan el tono y la frecuencia y transmiten esta información a nuestro cerebro, el cual determina cuán fuerte es el sonido y cuán lejos puede estar el ave. Además, para entender lo que escuchamos, debemos acceder a nuestro banco mental de sonido y determinar correctamente que es canto de pájaro, no cualquier otro sonido. Si además hemos almacenado conocimiento sobre diferentes tipos de canto de aves, podríamos acceder a la memoria del tipo de ave que canta.
Todo esto sucede instantáneamente - o así puede parecernos. Pero de hecho, cada una de estas percepciones funciona a una velocidad diferente, y se necesita no menos de 1/10 de segundo para que nuestro cerebro llegue a la "respuesta" más apropiada a los impulsos enviados por nuestros sentidos.
El cerebro es muy hábil en evaluar los impulsos enviados por nuestros sentidos, catalogándolos correctamente de forma casi inmediata. Pero los sentidos pueden ser engañados con bastante facilidad, por lo que nuestro sentido de la realidad está cambiando permanentemente, ajustándose, y autocorrigiéndose.
Física
"El espacio-tiempo mismo y sus propiedades físicas son también una construcción del cerebro." - Dr. Donald Hoffman.
Aunque ha sido un tema de estudio siempre presente durante siglos, el estudio de la realidad en la física ha dado un salto fenomenal en las últimas cinco décadas.
En los siglos XVII y XVIII, la física clásica se contentaba con enunciar la realidad en términos de realidad física. Si podíamos determinar las posiciones específicas, el volumen y las velocidades de una cosa, la considerábamos 'real'.
En el siglo XIX, después de la aparición del concepto de campo y su aplicación a las fuerzas electromagnéticas y de gravedad, este concepto se expandió para incluir el valor de campo del objeto en cuestión.
En el siglo XX, los científicos descubrieron que la visión humana se limita a una pequeña área del espectro de luz, ocurriendo lo mismo con respecto a nuestras capacidades auditivas y olfativas.
Los científicos descubrieron que el mundo más allá de nuestros límites físicos (percibido y experimentado por aves, insectos, y mamíferos no humanos) es rico en estímulos muy diferentes a los que estamos acostumbrados.
Estos descubrimientos mostraron que la 'realidad' era un concepto mucho más amplio que el que pensábamos posible, pero esto todavía no fue suficiente para romper la convicción de la realidad basada en la evidencia física.
Nuestros sentidos solo captan una fracción de la información disponible en el universo.
Debajo, un estornino visto a través de los ojos humanos y visto por otro estornino.
La reconfortante certeza de la realidad física fue finalmente destruida en 1927 cuando Werner Heisenberg formuló el principio de incertidumbre.
Este declaró que es imposible saber la velocidad y la posición de una partícula al mismo tiempo - la partícula podría estar en el punto A o en el punto B, y es imposible saber con certeza cuál -, estableciendo la base de la mecánica cuántica.
Según la mecánica cuántica, la realidad en el Universo es ambigua, siempre oscilando entre posibilidades. Las cosas solo se definen cuando una observación adecuada obliga a establecer un resultado específico (que no se puede predecir).
Basándonos en esta teoría, podríamos decir que un gato no es un gato hasta que decidamos que es un gato.
En los últimos años, la teoría de supercuerdas ha atraído mucha atención al proponer el Santo Grial de la física: la unificación de la Relatividad General y las teorías de la Mecánica Cuántica. Sin embargo, en lugar de las 3 dimensiones espaciales y 1 dimensión de tiempo que todos estamos acostumbrados a percibir, la teoría de supercuerdas establece que habría 9 dimensiones espaciales diferentes y 1 dimensión de tiempo.
Si esto no es suficiente para dejarlos boquiabiertos, la teoría-M va aún más lejos, postulando 10 dimensiones espaciales y 1 dimensión de tiempo, para un total de 11 dimensiones diferentes de espacio-tiempo.
Si estas teorías son correctas, el Universo que nos rodea estaría compuesto de mucho más de lo que podemos percibir con nuestros limitados sentidos físicos.
Quizás Einstein tenía razón cuando dijo: "Para los físicos convencidos, la distinción entre pasado, presente y futuro es solo una ilusión, por persistente que sea."
Proyección ortogonal de los hipercubos
Matemáticas
“Nuestro universo es un gran libro escrito en el lenguaje de las matemáticas” - Galileo Galilei.
La realidad ha sido estudiada y descrita por las matemáticas desde el inicio de los tiempos, pero teorías recientes han venido a revolucionar la idea de lo que es la “realidad”.
Entre varios otros académicos y matemáticos estipulando nuevas teorías sobre la realidad, el profesor del M.I.T., Max Tegmark, propone que nuestro universo no sólo es descrito por la matemática, sino que es matemática.
En esta teoría el universo sería un objeto matemático gigantezco, parte de un multiverso tan enorme que empequeñecería a todos los otros multiversos debatidos en existencia.
En su libro, “Nuestro Universo Matemático: Mi Búsqueda por la Naturaleza de la Realidad”, el profesor Tegmark explica que por lo general igualamos matemáticas con aritmética; pero las matemáticas van más allá de meros cálculos y números, estudiando estructuras abstractas como formas geométricas, y patrones en la naturaleza, tales como los encontrados en el movimiento, la gravedad, la electricidad, el magnetismo, la luz, calor, radioactividad, etc.
Estos patrones son resumidos por las leyes de la física y pueden ser descritos utilizando ecuaciones matemáticas.
Las ecuaciones y los números son indicios de matemáticas que encontramos en la naturaleza. Pero mientras la mayoría de los físicos concuerdan que la naturaleza puede ser descrita por las matemáticas, el profesor Tegmark propone un concepto más audaz.
Basado en la hipótesis de la realidad externa, la cual declara que existe una realidad física externa completamente independiente de los humanos, el profesor Tegmark propone que, para que una descripción del universo esté correcta y completa, debe ser definida de acuerdo a conceptos o construcciones no-humanos.
En este caso, la única forma posible de codificación serían las matemáticas dado que, a diferencia de las palabras o los símbolos, es completamente abstracta y por ello comprensible a escala universal.
La hipótesis del universo matemático también declara que nuestra realidad física externa es una estructura matemática. Como tal, nosotro no inventamos las estructuras matemáticas - simplemente las descubrimos, e inventamos las notaciones para describirlas.
Aunque ésta teoría puede parecernos desconcertante, el profesor Tegmar asegura que aceptarla degrada las nociones de azar, complejidad, y cambio a meras ilusiones. Esta teoría también implica una colección de universos paralelos tan vasta que nos forzaría a abandonar nuestras más arraigadas nociones de la realidad.
Otros matemáticos que recientemente han explorado la noción del universo matemático y nuestra realidad percibida incluyen a la doctora Mary Leng en su libro “Matemáticas y Realidad”, y Frederic Patras en su ensayo “Matemáticas y Realidad”.
Video: Is Reality a Mathematical Structure? (3:47")
De las partículas atómicas y el lenguaje al concepto del espacio-tiempo, todas las construcciones que hemos hecho para medir y explicar el universo que nos rodea están basadas en nuestra percepción humana, dado que estos son los paradigmas que comprendemos.
Pero el universo es vasto y mucho más complejo que la experiencia humana.
Podemos comprender que el espectro lumínico contiene ondas que no podemos percibir, pero jamas seremos capaces de verlas, y existen sonidos que nunca seremos capaces de escuchar. Incluso puede que existan dimensiones adicionales que no podemos capturar con nuestros sentidos o siquiera imaginar.
Además, cada individuo solo puede percibir una fracción del mundo a nuestro alrededor. Para tener una imagen completa de la realidad necesitamos combinar una multitud de diferentes perspectivas.
Nuestra realidad está formada por las percepciones de nuestros sentidos, pero al mismo tiempo la realidad es mucho más de lo que nuestros sentidos pueden percibir.
Para Saber Más
* Para una mirada breve pero concisa a la hipótesis de simulación popularizada por Nick Bostrom, vean este ilustrativo video (26 min) [Sólo en Inglés]: https://www.youtube.com/watch?v=zmRTC6xhis4
* Para leer más acerca de cómo nuestros cerebros dan forma a nuestra realidad, lean el libro “El Cerebro: The Story of You”, por el doctor en neurociencia, David Eagleman.
* También pueden ver este episodio, de la serie documental de PBS “El Cerebro”, también con el Dr. Eagleman. [Sólo en Inglés] (56:44"): https://youtu.be/C8k-lrJrldw
Fuentes: “The Book of Philosophy”. Dorling-Kindersley Ltd.(2011). “The Fabric of the Cosmos”. Brian Greene. Vintage Books (2004). Quanta Magazine, Psychology Today, BBC, ScienceDirect.com, Medium.com, PhilosophyNow.org, eLifeSciences.org, Wikipedia.
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