¿Cómo Saber Si Es Verdad?


Hubo una época en que los chismes eran entretenimiento, y torcer la realidad un poco era divertido. Muchos imperios de publicaciones se construyeron en base a estos dos, y el público los consumía como lo que era: entretenimiento inconsecuente.

Hoy en día, dado el poder y velocidad de las redes sociales para diseminar información, las noticias falsas se han convertido en una amenaza. De hecho, en el año 2016, los Diccionarios Oxford anunciaron a ‘posverdad’ como la palabra del año.

Desde entonces, el espectro de las noticias falsas sólo ha aumentado su alcance, haciéndose más y más común. Las noticias falsas ya no son divertidas o inocuas, sino que tratan temas serios, causando confusión, incertidumbre y peligrosa desinformación entre la población.

“Freddie Starr Se Comió Mi Hámster” (The Sun, 1996)
Las noticias falsas solían ser entretenimiento inocuo.

Si eres como la mayoría de la gente y estas conectado a tu teléfono la mayor parte del día, probablemente te encuentras constatemente bombardeado por toda clase de medios batallando por ganar tu atención: desglose de noticias, videos, comerciales, noticias, fotos, animaciones, artículos y más.

Los especialistas en marketing, publicistas, y reporteros saben que la mejor forma de capturar la atención del público y volverse virales es crear sensación, conmocionar. Por ello, crean y publican imágenes, videos y titulares que son sensacionalistas, siempre apostando al impacto fácil. 

¿Por qué? Porque estamos diseñados para reaccionar impulsivamente cuando nos sentimos amenazados o asustados.

Ubicado en el sistema límbico, en las profundidades de nuestro cerebro, la amígdala controla las respuestas automáticas que nos permiten reaccionar de manera instantánea ante los peligros, incluso antes de que seamos conscientes de ellos. 

Este reflejo evolucionario es excelente para mantenernos a salvo, pero también tiene sus desventajas. 

Cuando la alarma salta en nuestros cerebros, activa una respuesta rápida e involuntaria. Antes de que puedas detenerte a pensar si ése titular, video, o foto son reales o no, ya has hecho click en él, haciéndote más proclive a creerlo, compartirlo, y compartir su contenido. 

Lo que es peor es que, si esta respuesta se activa de forma constante, llega a un punto de saturación en nuestros cerebros, requiriendo dosis más y más altas - e impactos más y más fuertes- para generar la misma respuesta. Así, la escandalización sostenida desensitiza y causa adicción.

Las noticias falsas son difíciles de detectar en estos días porque estan diseñadas para copiar verdaderas fuentes de información. Por ello, simplemente ver el logo de una fuente reputable de noticias junto al titular no garantiza automáticamente que la noticia no sea falsa.

Además, muchos de nosotros revisamos las noticias sin atención y rápidamente, los cual nos hace presas fáciles de las noticias falsas.

Peor aún: la guerra por la atención en los medios es tan feroz que incluso fuentes confiables de información están ahora vendiendo sus noticias con titulares sensacionalistas, con la esperanza de atrapar más lectores, debilitando así la línea entre las noticias reales y las falsas. 

Muchas noticias falsas son producidas por grupos y organizaciones como propaganda, apuntando directamente a las esperanzas de un grupo focal en la población, quienes desean tanto creerlas que no se detienen a verificar si son verdaderas o no.

Esta manipulación es extremadamente peligrosa, debido a que conlleva consecuencias sociales y personales que son difíciles de predecir o controlar.

Además, la manipulación de imágenes y video se ha vuelto cada vez más sofisticada, haciendo que sea más sencillo y accesible alterar una imágen y crear noticias falsas.

Para empeorar las cosas, en el 2015 un grupo de analistas visuales de la Universidad Cornell halló evidencia de que nuestras habilidades para diferenciar imágenes alteradas de otras no-alteradas es bastante pobre, identificando las imágenes modificadas sólo un 46.5% de las veces. 

Desde entonces, la habilidad de manipular imágenes digitales sólo se ha incrementado, y hoy en día es casi imposible reconocer las imágenes falsas de las verdaderas.

Entonces, ¿cómo se reconocen las noticias falsas?

La Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecas e Instituciones publicó una guía de seis pasos fáciles de seguir para detectar noticias falsas, publicadas en su sitio web en más de 20 idiomas.

Otras sugerencias son:


*Piensa antes de hacer click - Entrénate para hacer una pausa antes de hacer click o compartir noticias. Piensa: ¿Cuál es la intención del titular? ¿Informar o simplemente atraer lectores incautos? ¿Proviene de una fuente objetiva o está sesgada?

Aunque muchas fuentes confiables verifican su contenido, el punto de vista de los periodistas puede no ser enteramente objetivo, imprimiendo sus propios prejuicios y sesgos a la noticia o artículo, tratando de imponer de esta forma su propia opinión sobre los lectores.

A veces es difícil pensar entre tanto ruido digital, pero si desarrollas tu pensamiento crítico, eventualmente lo harás de manera automática.

¿Cómo se desarrolla el pensamiento crítico? Simplemente cuestionando: ¿es 100% real? Si no, ¿qué parte es real y qué parte es falsa?¿Es sátira? 

Desarrollar esa capacidad de alerta toma tiempo, pero con la práctica - ¡y tenemos bastante todos los días!- se convertirá en un acto reflejo, y desarrollarás fina sensibilidad para detectar lo falso de lo verdadero.

*Desarrolla tu cultura - Las personas con cultura bien desarrollada son menos proclives a creer noticias falsas, simplemente porque tienen una base sólida de hechos reales, son escépticos, y están acostumbrados a escarbar a fondo por más información.

Las noticias falsas suelen ser superficiales y escuetas, proveyendo mínimos detalles muchas veces contradictorios, y usualmente omiten sus fuentes o son vagas al respecto, todo lo cual las revelan como falsas.

Igualmente, las personas que leen mucho tienden a tomarse su tiempo pare leer cuidadosamente y analizar lo que leen, dos excelentes ejercicios para evitar caer en información falsa.

Desarrollar tu cultura fortalece tu análisis crítico.

*Chequea, chequea, chequea - Antes de compartir una información, chequea con autoridades en la materia y fuentes confiables, tales como profesores, bibliotecarios, mentores, etc. 

Si quieres ir más allá, puedes usar sitios de chequeo de noticias, tales como Snopes para verificar si la noticia es verdadera. Para fotografías, puedes tratar con el buscador Google Reverse Image, para chequear dónde se originó la imágen, y si fue alterada o no.

Como regla general, si una noticia es reportada sólo por una fuente y sin mucho detalle, es muy posible que sea falsa. Mientras más fuentes confiables reporten una noticia, más probablidades tiene que sea verdadera. 

*No muerdas el anzuelo - Si el titular es excesivo, conmocionante, hilarante y/o inverosímil (y no proviene de un sitio humorístico), es muy probable que sea falso.

Usa tu sentido común. Cuando tengas dudas, usa el viejo adagio: si es demasiado bueno -o increíble, o impactante, o terrible- para ser cierto, probablemente es falso.

Por último, no dependas de las redes sociales o las noticias de boca en boca para obtener información - las redes sociales son el campo favorito de las noticias falsas, y los comentarios de boca en boca con frecuencia deforman hasta la información más veraz. 

Elige informarte por fuentes confiables, y selecciona cuidadosamente las noticias que compartas, dado que ellas te representan. Si compartes noticias falsas, tu propia imágen sufrirá.

Estas simples acciones te ayudarán a detectar la falsedad en los medios, y te mantendrán a salvo de peligrosa desinformación.

Para Saber Más

-Para leer y descargar la investigación realizada en el 2015 por la Universidad Cornell sobre la habilidad humana para detectar las Imágenes Digitales (sólo en inglés):

https://arxiv.org/abs/1509.05301

-Para descargar la guía en PDF publicada por IFLA en tu idioma:

https://www.ifla.org/publications/node/11174

 

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Fuentes: IFLA.org, Mindtools.com, UsaToday, BBC.

 

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